25-04-2024 09:29:44 PM

Adiós a Fabiola Garibay Liñán   

Por César Musalem Jop

 

1.- Dejó a su avituallamiento informativo o comunicativo, el distinguir las figuras de vendedores de fuerza de trabajo pedagógico como enseñantes, o profesores.    Estos se guiarán por la máxima laboral de “que me pagan por enseñar”.

2.- En cambio los que viven del aula pletórica de educandos, por ella y para ella, dirán “me pagan para que aprendan”.

3.- Este objetivo toral no es cómodo, toda vez que el proceso educativo exige del educador aptitudes y actitudes.

4.- Fue gracias a los maestros fundadores de la educación mexicana allá por principios del siglo XX, el trazamiento evolutivo que nos permitió avanzar un poco dentro del desarrollo de la humanidad doliente.

5.- En esos años, en los cuales México paga la factura histórica de la Revolución Mexicana con un millón de muertos entre combatientes y población civil, no existen las escuelas normales.   Apresuradamente enseñan a leer, escribir y hacer cuentas”,  l@s que ya tenían ese mágico conocimiento.   Y entre l@s despreciad@s, odiad@s y mal pagad@s  maestr@s, las instituciones aún haciéndose (como ahora el ansiado Estado de Derecho), nace un cuerpo capacitador magisterial que en vacaciones educa en diversos conocimientos a l@s que ya estaban dentro del proceso educativo:   Un instituto educador de educadores mal atendidos, en una sociedad donde imperaba la ley del más fuerte, el caciquismo, la religión católica más primitiva, los odios de hacendados, tinterillos y míseros empleados deturpados de los medios rancheriles de producción agrícola de hasta los años treinta o más.

6.- La Educación Mexicana, nacerá intensiva y extensiva con las normales rurales, aunque varias estén en las ciudades más notables.   Una normal enseñaba ¿enseña? Psicologías, pedagogías, uso de materiales, manejo de instrumentos, planeación a varios plazos, administración y relaciones humanas, y en esencia:  “valores nacionales” agredidos por nuestro atraso social dentro de un capitalismo de tercer mundo o quinto.

7.- La maestra Fabiola Garibay Liñán, egresada  normalista poblana, fue más allá que sus contemporáne@s:    hizo una gramática como ejercicio de sus dotes neuronales.   Para los ajenos a Dionisio de Tracia;  Elio Donato; Antonio de Nebrija;  Francisco Pimentel; Torres Quintero; (por cierto estos dos últimos ajenos a Wikipedia), la hazaña pedagógica les será vana o poco útil.   Para los expertos del lenguaje oral y escrito les dimensionará.

8.- En el “más allá”.   En otra indescriptible vastedad donde las moléculas no existen físicamente.  “En el cielo” ¿dónde sinó?, la educadora estará charlando debidamente presentada por Saturnino Téllez en el círculo de Don Antonio de Nebrija, el cual estará discutiendo arabismos y semitismos del español con Don Antonio Latorre que allá llegó.

9.- Por mi parte, ésta ausencia me lesionará cada navidad.   Pues similar a las manos mágicas de Manuela Sáenz de Thorne, la amante valiente de Simón Bolívar, hacedora de compotas, dulces cubiertos, frutas con diversos mieles, la ahora ausente usaba las semanas navideñas para engendrar con harinas, piñones, nueces y almendras, polvorones no sevillanos, sino poblanos, para sus amigos  educados  en la distinción de sabores con el buen comer.

NUESTRA CASA.- Puebla, dice IMCO, es la tercera ciudad más cara de México.   Seguramente los sueldos de los trabajadores serán excelentes o de jodidas:  “Justos”.

 

 

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