04-05-2024 12:37:17 AM

Garmendia: de mendigo a delincuente

Por Valentín Varillas

 

Edgar Garmendia es un personaje muy menor en la vida pública del estado.

Un auténtico “enano político”.

Sin embargo, a pesar de la monumental mediocridad que lo caracteriza, la suerte lo ha colocado en cargos importantes.

Responsabilidades que escapan por mucho a su exigua capacidad.

En sus pininos en la política, se estrenó como presidente interino de Morena en Puebla.

En el Trife se estaban contando los votos de la elección a gobernador del 2018 y el partido en el estado estaba quebrado.

No tenían ya ni para pagar la limpieza, cuando en teoría los recursos presupuestados para el trabajo político y operación para todo el año eran suficientes.

Faltaban varios millones de las arcas del partido guinda, pero con 5 salía del problema.

Yeidckol Polevnski, en ese momento lidereza nacional del Movimiento, ni siquiera lo pelaba.

De entrada porque no sabía quién diablos era.

Le generaba desconfianza que la presentación del presupuesto de gastos y la solicitud oficial de recursos adicionales, Garmendia los llevara en servilletas.

Penoso, pero con el sello de la casa.

Después de menos de media hora de plática, la presidenta del CEN del partido en el poder de plano no daba crédito de en qué tipo de manos había quedado la representación poblana.

“Es una vergüenza”- le confesó en corto a sus más cercanos.

Al poblano le dieron su lanita como en Elektra: en abonos chiquitos, pero al final lo sacaron del problema.

Jamás una investigación formal, interna, del saqueo de las arcas morenas.

Nada, absolutamente nada.

 

Se cubrieron entre ellos y el desfalco quedó en absoluta impunidad.

Y como la sabiduría popular reza, aquí también se cumplió la máxima aquella que asegura que: “origen es destino”.

Ya como Secretario General del partido en Puebla, en la coyuntura electoral del 2021 Garmendia se dedicó, nada más y nada menos que a la venta de candidaturas.

Con toda desfachatez le puso precio al derecho constitucional de votar y ser votado.

Un audio, publicado en su momento por el periodista Fernando Maldonado, no dejó lugar a dudas de la monumental corrupción que ejerció en otra faceta de su paso por la política.

El tema transitó de lo mediático a lo legal.

Se presentaron las denuncias ante la Fepade, por parte de sus propios compañeros de lucha política, asqueados ante su actuar.

Los profundos vicios que persisten todavía en las instancias encargadas de procurar justicia federal, evitaron que este delincuente pagara ante la ley por sus acciones.

Una auténtica fatalidad, para el país y para nuestro estado.   

A pesar de semejantes antecedentes, este patético personaje jura y perjura que lleva a la práctica y de manera intachable, los postulados de la 4T, cuando no ha hecho más que robar, mentir y traicionar.

Con estos antecedentes y nuevamente gracias al azar, llega hoy a la cabeza del legislativo poblano.

Los chapulines que saltaron a buscar otro cargo de elección popular, han dejado a este poder en auténtica indefensión.

Su “líder” llevará las riendas de un recinto en donde se toman decisiones que afectan a millones de poblanos.

Uff!!

Lo que se viene.

Peor, imposible.

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