El monto de lo robado se calcula en cerca de 50 millones de pesos.
La forma en que operaba la pareja era la siguiente:
Pedían dinero prestado prometiendo réditos superiores al 5% mensual.
El pretexto era capitalizar un supuesto negocio boyante: el portal masprecios.com, desde donde se vendían a precios asombrosamente bajos, toda clase de aparatos electrodomésticos.
Para ganarse la confianza de sus víctimas, las primeras operaciones resultaban un éxito rotundo.
Los potenciales incautos recibían puntualmente el pago de su capital, más los intereses prometidos.
Ya “en la bolsa”, las siguientes solicitudes de dinero eran mucho mayores.
Cantidades que en ocasiones cuadruplicaban la cifra original.
Previamente, los defraudados eran evaluados en términos de su realidad económica para determinar la cantidad que a cada uno se le iba a requerir:
Tipo de casa, marca y modelo de automóvil, etc.
Quienes aportaron recursos se sentían seguros porque aseguraban que detrás de la pareja existía un negocio serio que los respaldaba.
El portal en internet seguía vigente, realizando operaciones en línea y promocionando semanalmente nuevas ofertas.
A la par, Aguilar Campos y Ruiz Nolasco hacían lo posible por “vender” en su círculo social una situación económica no solo desahogada, sino francamente envidiable.
Residencia en fraccionamiento de lujo, camioneta familiar último modelo y en el caso de él: un flamante Audi A8 que lucía orgulloso.
El teatrito se derrumbó violentamente en los primeros días del año.
Ya desde diciembre, algunos de los defraudados empezaron a recibir “largas” cuando solicitaron el pago de sus intereses mensuales y en algunos casos el total del capital invertido, para afrontar los fuertes gastos de la temporada decembrina.
El pretexto que les daban era que se trataba de retrasos normales resultado de la dinámica de operación del negocio.
Sin embargo, ya en enero de 2015, las demoras afectaban ya al 100% de quienes habían entregado dinero a la pareja.
El 13 de este mes acudieron a las oficinas desde donde operaba Ruiz Nolasco.
Ahí, los atendió un asistente de este personaje —completamente ajeno a las operaciones fraudulentas—, quien les aseguró que no sabía nada y que tenía ya días tratando de encontrar sin éxito a su jefe.
Era demasiado tarde.
Los celulares habían sido cancelados, el portal de internet y la cuenta en Facebook de la empresa deshabilitados.
Y lo peor: al acudir al domicilio de la pareja se encontraron con que habían ya huido.
Nadie sabía nada.
El oscuro escenario se confirmó cuando familiares de Ruiz Nolasco y los amigos cercanísimos de Aguilar Campos, desde sus cuentas en redes sociales, realizaron una intensa campaña para denunciarel fraude y pedir ayuda para localizar a la pareja prófuga.
A pesar de que el tema se volvió viral casi de inmediato, hasta el momento no han tenido éxito en la localización.
Es más, muchos aseguran que ya ni siquiera se encuentran en el país.
En este contexto, los defraudados ya se organizan para presentar las denuncias correspondientes ante la Procuraduría de Justicia del Estado y esperar que las autoridades tomen cartas en el asunto e impartan justicia.
A ver.