Y también por los miles de votos “golondrinos” que llegaron el día de la elección para después retirarse (son los votantes que meses antes cambian su credencial de elector oficialmente –domicilio, pues- , pero que NO viven en el sitio donde habrá comicios, sino que son acarreados a realizar ese trámite por una organización o partido, para cambiar la intención de voto en una elección local).
En 2010 algo quedó demostrado, además de que la gente sí emitió también un evidente voto de castigo contra el PRI de Mario Marín: El PAN no podía ya ganar solo una elección. Porque de no haber sido por la alianza de varios partidos contra el PRI, el blanquiazul no podría haber vencido al tricolor. Ni en el Estado, ni mucho menos en la capital, donde Lalo Rivera no fue un candidato excepcional ni nada que se le parezca.
Es así como volvemos a la referencia del título original de esta perversa columna: La increíble y triste historia del cándido PAN poblano y su tutor (¿o dueño?) desalmado.
Porque a partir de ese momento, 2010, no solo perdió el PRI en Puebla. También el viejo PAN controlado desde los oscuros ambientes yunquistas. Desde entonces, Rafael Moreno Valle, Gobernador, se dio a la tarea de controlar todos y cada uno de los movimientos de su ahora partido en Puebla. Y vaya que lo ha logrado.
El viejo PAN de los empresarios “católicos” de derecha, el viejo PAN de las mujeres de ANCIFEM, el viejo PAN de la UPAEP y las luchas contra el “PRI-Gobierno” y los masones comunistas… ahora pasó a ser conquistado por una nueva clase política: El morenovallismo.
Vaya, por los personajes del grupo político del actual Gobernador, que nunca fueron panistas sino… expriístas, que habían sido hechos a un lado y ninguneados durante el sexenio de Mario Marín, y ahora, reagrupados y resentidos, se dieron a la tarea de hacerse del control del Partido Acción Nacional en Puebla. No hay UNO solo de los morenovallistas puros, que no haya trabajado con su líder en tiempos de Melquiades Morales y que no haya sido priísta en su momento (si no formalmente, sí simpatizante, aunque hoy lo nieguen y renieguen).
En otras palabras: Los viejos cándidos panistas nunca supieron para quién estaban trabajando en los años 80´s y 90´s del siglo pasado. Sus luchas históricas contra el maldito PRI, culminaron… llevando a expriístas resentidos al poder estatal. Entiéndanlo: El PAN NO ganó las elecciones en 2010, fue una ala escindida del PRI la que se hizo del poder y lo sigue ostentando.
Incluso, resulta hasta hilarante releer declaraciones en los años 90´s o principios de los 2000, de los hoy “panistas”. Tanto el actual Gobernador Rafael Moreno Valle, Javier Lozano Alarcón, Mario Rincón o cualquiera de los que hoy detentan el poder en Puebla, despotricaron en su momento contra Vicente Fox, el PAN y los panistas. Hay que tener memoria y buscar en la hemerografía. Todo está registrado.
Hoy todos ellos son “convencidos panistas” que luchan por “el Partido y sus ideales”. Hilarante e increíble.
En fin. El último reducto del PAN yunquista en Puebla, que fue el Ayuntamiento encabezado por Eduardo Rivera Pérez, ha desaparecido. Al ganar Antonio Gali la Alcaldía el año pasado y tomado posesión hace unos días, también culminó la era del viejo PAN poblano: No hay UN solo panista histórico en algún mando importante en el Ayuntamiento galicista. Todos fueron echados. Quedan tres o cuatro Regidores (del panismo “histórico” yunquista), cuya posición fue negociada en campaña para que Lalo Rivera medio apoyara la campaña de Gali. Pero ninguno en alguna posición destacada. Se limitarán a bostezar en las Sesiones de Cabildo, a fingir enojos contra el perverso morenovallismo y… a cobrar una buena dieta los próximos 4 años 8 meses.
También vendrá ahora una tenaz persecución contra Eduardo Rivera ex Alcalde, por parte del morenovallismo y el Gobierno del Estado. Todos lo sabemos. Comenzará el Via Crucis para la aprobación de sus cuentas públicas. Habrá amenazas terribles… aunque al final creo que habrá también la gracia del “perdón” para que haya agradecimiento eterno (y apoyo a planes futuros… elemental).
Y es que el Gobernador Moreno Valle ahora no solo controla al Ayuntamiento capitalino –viejo sueño de todos los Gobernadores en su momento-, también es dueño del PAN y sus estructuras en Puebla (además de todos los organismos políticos importantes en Puebla, desde luego). Lo logró en 3 años. Por eso su sonrisa de satisfacción en la toma de posesión de Antonio Gali. Parecía decir: “¿Sí saben quién manda aquí verdad?”.
Pero también viene la siguiente fase de este juego que piensa culminarse positivamente en 2018 (Teoría de Juegos pura y simple). Ahora también hay que controlar el PAN a nivel nacional. Para el morenovallismo, Gustavo Madero debe ser reelecto. Lo apoyan desde que vieron en él a un aliado del Presidente Peña Nieto y un buen
operador para una candidatura presidencial. Te poyo, nos apoyas, nos apoyamos.
O sea: Operar desde ahora para que el PAN nacional sea controlado e influido por el morenovallismo, al igual que el PRD de “Los Chuchos” (a quienes se tiene perfectamente maiceados), el PANAL del SNTE y algún otro partido chiquito cuyo líder pueda ser adquirido (¿MC? ¿PT?… quien se deje en su momento).
Rafael Moreno Valle sabe perfectamente lo que aquí he repetido: El PAN por sí solo ya NO gana elecciones. Mucho menos una federal. Tiene que buscar a como de lugar una alianza anti PRI, de lo contrario creo que jamás se metería a una aventura tan riesgosa.
Pero por lo pronto también hay que navegar lo más que se pueda a favor de los vientos peñanietistas. Si Gustavo Madero es bien visto por Presidencia de la República, pues hay que montarse en esa cabalgadura, hacerla propia y operar desde ella la candidatura presidencial de 2018.
Ya se verá después contra quién se enfrentaría del PRI. Si es alguno del grupo del Presidente (Videgaray, Osorio Chong, Lozoya), vendrá rompimiento, ni modo. Pero si alguno que no sea del grupo del Presidente se llega a colar por el PRI (¿Eruviel? ¿Manlio Fabio?), capaz que el peñanietismo apoya la empresa morenovallista… ¿Tontería? No. En política mexicana ya TODO puede pasar. Y eso lo sabe perfectamente un sujeto llamado Rafael y que se apellida Moreno Valle.Hoy hay un escenario, mañana ya hay otro. Y chaqueteros y resentidos los hay en TODOS los partidos.
Resumiendo.
El viejo PAN yunquista ha sido enterrado por el morenovallismo. No quedan sino bonitos recuerdos de él. Los viejos panistas fueron primero enamorados, luego engañados, luego usados y finalmente violentados. Y cándidamente se entregaron a su desalmado (pero mil veces más sagaz que ellos) violador y hasta le dieron las gracias.
Por supuesto, habrá aún estertores yunquistas por ahí. A Lalo Rivera seguramente le reservarán una Diputación Federal plurinominal… que “autorizará” Rafa, para volverlos a engañar con una zanahoria y apoyen la candidatura presidencial en 2018. Claro, quién sabe qué opinen para entonces los dirigentes nacionales de la Organización. Aunque no creo que se enfrenten abiertamente jamás: Les darán lo que les gusta, algunas obras públicas o regulares negocios y quedarán contentos.
No. Nadie puede decirse sorprendido en esta novela tragicómica cuyo final aún estamos por ver. Porque el mejor argumento siempre tiene un desenlace inesperado, si los actores y las circunstancias cambian.
Una llamada, un evento inesperado, un error mínimo de algún prepotente… y puede desencadenarse un Efecto Mariposa de consecuencias funestas para los más extraordinarios planes.