25-11-2024 01:18:04 PM

Renuncia y Denuncia

Por Jesús Manuel Hernández

 

No se han cumplido ocho meses y el cuarto conflicto de consecuencias económicas incalculables se ha producido al interior del gobierno de López Obrador. La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda fue calificada por Forbes como “la primera llamada de atención”.

Forbes también destaca que Urzúa se había convertido en el “representante de la moderación en el gobierno actual”.

Los golpes mediáticos por la carta de Urzúa no fueron superados por la designación del sucesor, menos por las palabras del Presidente insistiendo en que el cambio sigue y da a entender que quien no esté en la justa dimensión de ese cambio, tiene las puertas abiertas.

De Urzúa se habían quejado internamente algunos funcionarios cercanos al Presidente por su falta de práctica en temas digitales, “no tenía correo electrónico”, dijeron algunos.

Tres conflictos anteriores cimbraron al gobierno con menos espectacularidad, la renuncia de Germán Martínez al IMSS, la dimisión de Josefa González Blanco a la Secretaría del Medio Ambiente y la de Tonatiuh Guillén López al Instituto Nacional de Migración.

Pero ninguno de ellos trascendió al comportamiento de los mercados o a la percepción de los inversores sobre las cuestiones económicas del país. A los pocos minutos el peso mexicano perdió un 2 por ciento, superó los 20 pesos por dólar.

Urzúa destacó en su carta de renuncia que hubo discrepancias económicas. “algunas de ellas –asentó- porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.

Se quejó además de no haber encontrado eco en sus propuestas basadas en cuidar los efectos, al margen de los gobiernos de izquierda o de derecha.

Y el remate del documento trasciende fronteras y supera pronósticos: “Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.

De esta forma Carlos Urzúa, no sólo renuncia, también denuncia y habrá que esperar si está dispuesto a revelar los conflictos de intereses al interior de la 4T, a soltar nombres y hechos.

La postura de López Obrador en este asunto envía un peligroso mensaje, “quien no está conmigo, está contra mí”.

O por lo menos, así me lo parece.

 

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