Por Jesús Manuel Hernández
Apenas se cumplirá una semana de la designación de Guillermo Pacheco Pulido como Gobernador Interino y ya han pasado muchas cosas. Se percibe el alto interés de los grupos políticos por reposicionarse y empezar a tomar rumbo en la elección extraordinaria.
Menos de una semana y López Obrador ya visitó Puebla y habló de elecciones, advirtió que estará pendiente de lo que suceda, y con ello muchos se sintieron agredidos, por aquello del fraude.
Menos de una semana y los titulares de las principales dependencias cambiaron. Se fueron los morenovallistas y llegaron, por así decirlo, los antimorenovallistas.
Menos de una semana y el coordinador de la bancada panista y eje de la estrategia de marketing político del grupo, fue desconocido por la dirigencia del PAN.
Menos de una semana y Luis Banck anuncia su ausencia en la contienda electoral que se avecina.
Menos de una semana y el grupo de Jorge Estefan Chidiac tomó posesión y posiciones en la estructura de Finanzas del Estado, donde se cocinaban las inversiones y los apoyos a los amigos y se bloqueaba a los enemigos.
Menos de una semana y regresa al primer nivel de gobierno Antonio Peniche, el primero en romper y advertir de la peligrosidad y obsesión de Rafael por ser presidente.
Menos de una semana y regresa Manuel Alonso a manejar la seguridad, pero ahora del Estado, lo que muchos consideran un portazo a la actitud de Claudia Rivera a quien varios le insistieron en dejarlo en el municipio y vean ustedes lo que ha pasado.
Menos de una semana y retoma la Secretaría General, eje de la política interna, Fernando Manzanilla Prieto, el genio de la campaña de hace 9 años contra el marinismo.
Y en menos de una semana se abren las apuestas para recoger posturas en favor o en contra de quien aspire a ser candidato a gobernador.
Y saltó al ring Alejandro Armenta Mier, y le gritaron que los dados están cargados. Y levantó la mano Nancy de la Sierra y pide que haya encuestas transparentes, recordando un poco los documentos por los que Luis Miguel Barbosa se convirtió en candidato hace unos meses contra Enrique Cárdenas.
Y otro que levanta la mano es Enrique Doger Guerrero, fiel a su estilo, pretende encabezar el movimiento antimorenista, anti Barbosa.
Y los escenarios cambiaron, el descabezamiento de líderes del PAN poblano en tiempos del pasado gobierno, los ha dejado sin una figura que por el momento pueda levantar la mano.
O por lo menos, así me lo parece.