Por Valentín Varillas
Como le comenté en una entrega anterior, el magistrado Carlos Loranca ha roto el silencio y pide acciones concretas por parte de la Judicatura Federal en torno a su caso.
Hasta el momento, no existe una sentencia jurídica que determine la comisión de alguna irregularidad de su parte, una vez que en diarios locales y nacionales fue publicada una foto en donde compartía una comida con Othón Muñoz, alias “El Cachetes”, presunto líder huachicolero en Puebla, hoy sujeto a proceso pero libre bajo caución.
En aquella columna compartí con usted algunos párrafos reveladores de un escrito que circulaba –y todavía circula – entre poderosos personajes del poder judicial federal y al que tuve acceso en su momento.
De entrada, la denuncia de Loranca de ser víctima de una persecución en su contra, de haber sido prácticamente exiliado a una “comisión” en el estado de Chihuahua por medio año y de vivir en un auténtico limbo ante la falta de definiciones concretas del Consejo.
Algunos personajes del ámbito político y del poder judicial poblano, tenían dudas de que el documento en verdad existiera.
Consideraban que, de ser así, generaría acciones concretas por parte de quienes llevan las riendas del poder judicial y al parecer así fue.
El Consejo ha contraatacado y según líneas escritas por el propio Loranca “insiste en encontrar alguna irregularidad en mi actuación de más de treinta y siete años de servicio.
La carta no tiene desperdicio, por lo que la comparto íntegra.
Saque usted sus propias conclusiones.
Precisiones.
