06-05-2024 01:54:46 PM

La ¿bendita? derrota del PRI poblano

Cuenta Rafael Loret de Mola en su último libro de chismes (2012: La Sucesión. Océano, 2010) de su entrevista ?una de muchas a los principales personajes que son o se autoerigen como ?presidenciables?- con Manlio Fabio Beltrones:

– Loret: ?¿Asimilaron ya las derrotas priístas de 2000 y 2006?

– Beltrones: ?Sinceramente, fue una bendición que perdiera el PRI en 2000 ?responde sin pensarlo mucho-. Era una nueva, gran oportunidad para reconstruirlo. Creo que lo hemos hecho y debemos recuperar lo perdido en la próxima contienda.?

– Loret: ?¿Y el PAN va a dejarles la mesa puesta, como hizo Ernesto Zedillo, que favoreció la primera alternancia frenando a los priístas??

– Beltrones: ?Mira, seamos sensatos: Ya tuvimos en la Presidencia a un payaso ?Fox-, y a un inepto ?Calderon-. Debemos evitar que llegue un loco y acabe por destruirlo todo, hasta los cimientos del sistema.?

– Loret: ?¿No es una sentencia demasiado dura y sectaria??

– Beltrones: ?Insisto: Calderón es, además, un alcohólico que puede estar queriendo colocar a otro como él. También esta batalla la va a perder??

Siguiendo el afable lenguaje de Manlio Fabio, uno de los líderes indiscutibles nacionales del PRI y desde luego aspirante a la candidatura presidencial si es que logra descarrilar a Enrique Peña Nieto, es una auténtica bendición que el PRI pierda, para que logre reconstruirse desde sus cimientos. Por supuesto la entrevista fue muy anterior (diciembre 2009) a la derrota del PRI en Puebla y otros Estados el pasado 4 de julio.

La pregunta obligada es si en Puebla la espantosa derrota tricolor pueda ser la oportunidad de reconstruir un partido que se acostumbró por décadas a vivir del erario estatal y a manejar la política como mejor le parecía al Gobernador en turno.

Pero la verdad, al ver cómo se están ya disputando los restos del otrora partidazo no pocos liderazgos y hasta candidatos derrotados, creo honestamente que la bendición de la que habla Beltrones aquí pueda ser una auténtica maldición.

Si se consumara la intentona de Javier López Zavala de quedar como dirigente del PRI, habría una sonora revuelta de un buen número de priístas que quedaron muy lastimados primero con su candidatura, luego con la derrota y luego con el supuesto arribo a la dirigencia. El PRI se dividiría aún más y estará muy lejos de volverá a ganar elecciones en un buen número de años.

Y si llegara a la dirigencia algún antizavalista-antimarinista sería lo mismo pero al revés: Las estructuras que aún manejan los fieles al Gobernador y que ciertamente lograron más de 850,000 votos en el Estado, entonces se sentirían relegados y operarían rebeliones y más traiciones a los nuevos dirigentes. Resultado: Un PRI dividido, destrozado y lo peor? sin presupuesto.

O sea que para el caso es lo mismo: Cualquiera de los dos bandos que se quede con la dirigencia tendrá que remar contra corriente para poder unir a un partido que no se ve para dónde pueda recuperarse.

Aunque? En otras ocasiones ya le hemos dado acta de defunción al PRI y? revive de las cenizas. Y es que aquí también entrarán en escena los aspirantes a la candidatura presidencial, que piensan ?por lo menos hasta ahora- que el PRI sí tiene todas las posibilidades de ganar la elección de 2012.

Será entonces cuando, por ejemplo, Enrique Peña Nieto busque que las dirigencias estatales (así como Gobernadores, Diputados y hasta Presidente Municipales priístas que ganaron elecciones últimamente) que queden en los Estados sean afines a su proyecto. Y creo que en el caso de López Zavala? no lo vería tan mal. Al final más de 850,000 votos son muy buenos para una elección presidencial cerrada como seguramente será la de 2012. La misma cuenta deben estar haciendo personajes como Beatriz Paredes o el mismo Manlio Fabio Beltrones. Si, pero?

También es cierto que cualquiera de esos presidenciables tricolores no quieren cargar con el desprestigio de un grupo derrotado y muy criticado a nivel nacional. Quieren liderazgos nuevos y que unifiquen a un PRI derrotado pero de ninguna manera muerto.

Las posibilidades pues, de la reconstrucción priísta poblana tendrán que pasar, necesariamente, por la evaluación de los liderazgos nacionales. Y entonces veremos si los tricolores poblanos aceptan con madurez su derrota y la convierten en la mentada bendición de la que habla Beltrones.

Sinceramente? ¿Usted cree que lo logren?

Por lo pronto, disfrute del nuevo gasolinazo post electoral. La gasolina Premium ya prácticamente cuesta 10 pesos y la Magna casi 9. Digo, nomás por cambiar un poquito el tema.

LA NOTA AL PIE?

Mis sinceras condolencias a la familia de mi amigo Rigoberto Benítez Trujillo, especialmente a Nora.

Pocos lo sabían (él desde luego), pero conocí a Rigo desde hace más de treinta años. Era uno de los alumnos destacados y líderes del CENHCH en su época dorada (cuando primero fue dirigido por el Profesor Enrique Martínez Márquez y luego por el inolvidable Maestro Eliseo Montiel Manzano). Rigo fue de la generación y compañero de mis hermanas (quienes también lo apreciaron con afecto) y por ello siempre lo ubiqué.

Con el paso de los años él llegó a ser un destacado egresado de la UAP ocupando diversos cargos directivos y desde luego un inteligente analista de la política y economía poblanas. Coincidimos, él por la BUAP y yo por la UPAEP, desde los años 80´s y 90´s en no pocas ocasiones en programas de radio, televisión y diversos foros.

Y en los últimos años, volvimos a coincidir en la actividad que finalmente fue su pasión: El estudio científico de la opinión pública. El CISO de la BUAP no podría explicarse sin la intervención de Rigoberto Benítez. Últimamente trabajamos muy cerca en varios proyectos que culminaron en la fundación de la ADEI (Asociación de Empresas e Instituciones de Investigación de Mercado y Opinión Pública de Oriente, A.C.) de la cual él fue el primer Presidente. Desde entonces nos vimos a menudo en reuniones, Congresos de la AMAI, Cursos y sesiones de trabajo con distintos niveles de gobiernos.

En lo personal, jamás tuve sino respeto, atenciones y palabras amables de Rigo Benítez, como creo todos los que lo trataron. Incluso en los últimos meses quedaron truncos un par de proyectos interesantísimos. Primero me invitó a que juntos hiciéramos un libro de análisis electoral patrocinado por la BUAP y también una Encuesta Estatal de Cultura Política de los Poblanos, junto con los demás miembros de la ADEI. Ya no le dio tiempo de culminarlos.

La última vez que platiqué con él fue a principios de este año, cuando en una de las informales reuniones de la ADEI, intercambiamos puntos de vista de lo que sería el proceso electoral que acaba de pasar y también nos platicó de sus problemas de salud. Nos despedimos con un sincero abrazo y prometimos seguir en contacto y desarrollando proyectos. Ya no volvimos a vernos.

Mi aprecio y respeto a Rigo Benítez donde quiera que esté. Simplemente te nos adelantaste.

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