Los paisanos que viven en la costa este de los Estados Unidos levantan la mano en el actual proceso electoral y mandan un mensaje claro y contundente: “No somos patrimonio exclusivo del PRI”.
Jaime Lucero, uno de los hombres consentidos del melquiadismo y quien durante años fue la única voz autorizada de las organizaciones que representaban los intereses de los migrantes poblanos, deja entrever una potencial ruptura con el tricolor a través del acercamiento con figuras importantes del panismo nacional.
Relegado por el marinismo desde el inicio del actual sexenio, Lucero decidió formar su propia organización, Mixteca Organization Inc. para desde ahí intentar mantener su influencia en una comunidad creciente, de cada vez mayor poder económico y con un potencial político nada despreciable para quienes tienen aspiraciones personales en el corto plazo.
Y para lograr esto, está más que dispuesto a romper con el Revolucionario Institucional y a aliarse con el PAN, en el contexto de que este partido sea capaz de conformar una candidatura al gobierno del estado potencialmente competitiva.
Por ello, el mes de septiembre fue muy productivo para Lucero en el contexto de lograr estos objetivos.
Primero, con la visita a Nueva York de Rafael Moreno Valle Rosas, viejo conocido de Lucero cuando el primero ocupo la Secretaría de Finanzas estatal y operador de la estrategia de apoyos que como empresario recibió y cuya directriz salió de la propia oficina de Melquiades Morales.
El panista se reunió con Lucero en privado para generar compromisos concretos para operar a favor de su proyecto político personal, aprovechando las inmejorables relaciones y la creciente influencia que entre la comunidad ha obtenido a través de Mixteca Org.
Vale la pena recordar que, en pleno melquiadismo, Lucero recibió beneficios concretos como la entrega de terrenos en la comunidad de El Seco, en donde montó una de las más grandes e importantes maquiladoras textiles que operaron en esos años en territorio poblano.
Sobra decir que Melquiades refrendó su confianza en Lucero al convertirlo en 1999 en fundador del ahora fallido esquema de Casa Puebla-Nueva York, pero que en su momento fue fundamental para capitalizar el potencial de los migrantes asentados en ese lugar.
Hoy, Rafael está en posición de capitalizar políticamente lo anterior.
Después, el 24 de ese mismo mes, Mixteca Organization Inc. recibió, ni más ni menos que la visita de la Primera Dama de México, Margarita Zavala, quien reconoció el trabajo que Lucero y compañía han realizado a favor de los migrantes poblanos.
La esposa del presidente Calderón y cabeza del voluntariado del Dif nacional acudió a la organización acompañada del Embajador Rubén Beltrán, Cónsul General de México en Nueva York.
El sentir de Lucero y demás miembros importantes de Mixteca Inc. en términos de su relación con el gobierno de Mario Marín fue contundente:
“Estoy muy contento que la primera dama de México si le haya interesado conocer el trabajo de Mixteca Organization Inc, y que haya valorado nuestro trabajo.” “Desgraciadamente no puedo decir lo mismo del Gobierno de Puebla.”
“El gobernador Mario Marín nos visitó cuando era candidato, ya como Gobernador nunca tuvo el tiempo para venir a Mixteca Org. Sí ha venido a Nueva York, pero no fuimos lo suficientemente importantes como para merecer su visita. Algunas veces los secretarios han venido, y otras veces tenemos que firmar acuerdos en lugares públicos por no haber tiempo para venir a la organización”.
Y es que, a diferencia de años anteriores, en donde el priismo poblano daba por sentado el contar con el apoyo electoral de los migrantes, que si bien no intervienen a través del voto directo en la vida política poblana, son figuras de influencia más que probada en sus comunidades de origen.
Ellos son el sustento directo de decenas de poblaciones ubicadas en zonas características de expulsión de mano de obra, en donde las obras de desarrollo comunitario y los servicios básicos han llegado ahí gracias a los millones de pesos que ingresan por concepto de remesas.
Sí, hoy en día los más de un millón de poblanos en la costa Este de los Estados Unidos son un activo electoral muy interesante para los precandidatos.
Aunque luego las promesas jamás se vuelvan hechos concretos.
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