Se ha comentado en los últimos días que disminuyó la inversión externa directa en el Estado de Puebla y se ha querido atribuir a la inseguridad existente…
Alejandro Mondragón comenta el martes 29 de abril en su columna al portador de algunos hechos que protagonizados por nuestra clase política, la muestra de cuerpo entero a los inversionistas extranjeros…
Para atraer y retener riqueza en el mundo de hoy, una ciudad o un estado deben mostrar mentalidad abierta y colaboratividad, entendiendo ésta como la capacidad de sus actores estratégicos de colaborar en proyectos de gran envergadura, alto costo y largo plazo…
Una ciudad no puede incrementar su competitividad -ni mantener la que ya tenga- sin emprender proyectos ambiciosos que le permitan ofrecer a sus habitantes y a los potenciales inversionistas, infraestructura y servicios de alta calidad y ello implica inteligencia, madurez y visión, que la clase política poblana ha demostrado no tener…
Que poca inteligencia demostraron los políticos poblanos cuando pensaron que votar por unanimidad en el Cabildo de la Ciudad y en el Congreso del Estado la cancelación de contratos mercantiles era suficiente para dejar de cumplir con las obligaciones que de estos derivaban…
¿Recuerdan los argumentos para cancelar la concesión del alumbrado público?
Es caro, fue el pretexto que usaron los regidores y los diputados, también el alcalde… y nadie ignora que seguían la línea de sus partidos… al PRI se la dicta el gobernador, al PAN el Yunque…
Eran regidores Manuel Janeiro y Pablo Fernández del Campo hoy diputados por el PAN y por el PRI respectivamente, Eduardo Rivera Pérez, coordinador de la fracción blanquiazul en el Congreso del Estado era presidente estatal de su partido y el actual, Rafael Micalco Méndez era diputado local, Luis Alberto Arriaga Lila, vocero de la fracción priista era conductor de televisión y desde su noticiario descalificaba los proyectos que no eran de su jefe, el gobernador en turno. Mario Montero Serrano y Javier López Zavala, secretarios de Gobernación y de Desarrollo Social en el gobierno del estado, eran diputados… Todos se reciclan…
Con el simplista argumento de que era caro, pensaron que podían pasar encima de la Ley… fueron incapaces de analizar y comprender que era lo que se proponía lograr con ese contrato de concesión del alumbrado y el sistema de semáforos de la ciudad. Pensaron que se trataba de cambiar los focos que se funden y ya. Los resultados de sus cortedad de miras son que la ciudad está en la penumbra, cuando no en tinieblas…
El proyecto a realizar en los primeros seis años de los 15 que debió durar la concesión, implicaba fuertes inversiones por parte de la consecionaria, que se obligaba a introducir el alumbrado a las colonias que carecían del servicio y a cambiar todas las luminarias de la ciudad…
Se colocarían otras de tecnología mas avanzada que consumiendo menos energía alumbran mas y mejor y disminuyen su intensidad después de las 12 de la noche, cuando casi no hay movimiento en las calles. La disminución en el pago a CFE era parte fundamental del negocio…
Se comprometían a tener encendidas el 99% de las luminarias, cuando Enrique Doger dejó que se fueran fundiendo hasta un 40% de las existentes. Se proseguiría con la iluminación de los monumentos de la ciudad con la calidad que todos pudimos apreciar en lo que llegaron a hacer (Catedral, San Francisco, Analco, Guadalupe, El Cielo, San Jerónimo Caleras, Palacio Municipal, Protocolos, Fuente de Zaragoza, Monumento a los Hnos. Serdán). También las iluminaciones de fiestas patrias y navidad, que engalanaron a la ciudad como nunca y los inolvidables espectáculos de las fuentes danzarinas que disfrutaban tanto los poblanos…
Modernizarían la red de semáforos computarizándola con sistemas de última generación, lo que reduciría los tiempos de traslado hasta en un 30% con inmensos ahorros en combustible, desgaste de vehículos, contaminación y dejando tiempo a la gente para producir o descansar…
Los inversionistas extranjeros decidieron invertir varios cientos de millones de pesos a lo largo de seis años para recuperarlos en 15 con sus respectivas utilidades. Sin ningún debate por parte de nuestros diputados y regidores, pero eso sí, por unanimidad, se canceló unilateralmente el contrato y se pretendió evadir el pago de una justa indemnización…
Finalmente, el alcalde Doger pagó millonaria suma a Citelúm, que no obstante perdió dinero optando por aquello de que mas vale un mal arreglo que un buen pleito y perdimos también los ciudadanos que tenemos una rudimentaria red de semáforos que nos mantienen en constantes embotellamientos y con un pésimo servicio de alumbrado…
Doger cambió la iluminación del Palacio Municipal de alta tecnología diseñada por artistas de clase mundial, por foquitos que puso su maestro electricista. Observemos la diferencia.
También por unanimidad, el cabildo decidió no pagar la deuda con los constructores del Juárez Serdán. Está mal hecho, hubo corrupción en la obra… sin mayor análisis, los regidores levantaron el dedo para que La Corte diera la razón a los constructores… TODO se apegaba a la Ley…
Y mientras estas tropelías ocupaban a los políticos aldeanos, ¿Dónde estaba la inteligencia poblana…???
¿Qué decían las universidades…??? ¿Los dirigentes empresariales…???
Se construyó el paso a desnivel del Boulevard Atlixco sobre la Avenida del Niño Poblano sin considerar que por ahí está contemplado el paso del Metro Angelopolitano, cuyo primer tramo ya está construido…
Pero como lo hizo Paredes no puede admitirse que exista… ¿Qué voz se alzó para señalar tal tontería…??? ¿Acaso las universidades no están atentas al desarrollo de la infraestructura urbana…??? ¿los empresarios no saben lo que se requiere para el desarrollo económico…???
Estos y otros ejemplos nos muestran ante los inversionistas extranjeros como incapaces de realizar obras y proyectos de gran envergadura, alto costo y largo plazo. Se deja ver el nivel de los actores estratégicos de la ciudad, incapaces de debatir con inteligencia, chismosos, histéricos, jamás se ponen de acuerdo para algo importante y siempre pelean por migajas… Otros, callados y temerosos de ir contra lo que parece ser “políticamente correcto”…
Volteemos a ver otras ciudades mexicanas… Monterrey y el Río Santa Lucía, Aguascalientes y sus tres periféricos, Tlaxcala y esa belleza que antes estaba oculta…
Y el problema no es de dinero, es de actitud… esa terrible mediocridad de la política aldeana es la que está ahuyentando a la inversión extranjera… COCO y HUEVOS.