20-04-2024 03:36:42 AM

Los Reinos Cristianos

Reinos y etnias entre Constantino I –el Grande- y Carlomagno

Desde los tiempos de la República, Roma celebró diversos tratados (foedus) con otros pueblos que, ni eran colonias ni se les había concedido la ciudadanía romana. Se les llamó foederatus (en plural foederati), y se asume como un acuerdo solemne y vinculante de asistencia recíproca a perpetuidad entre Roma y otra nación. De ahí derivan las voces federación y federalismo.

Bajo ese modelo se convivió con visigodos, francos, alanos, vándalos y otros, que proveyeron de tropas al Imperio y poco a poco se fueron estableciendo en territorio romano conviviendo con ciudadanos cuya lealtad al poder central se fue deteriorando a la vez que el ejercito romano estuvo formado casi totalmente por foederati (se le llamó también barbarización de las legiones), hasta que en 476 Odoacro depuso al último emperador romano, Rómulo Augústulo.

Los vándalos

El pueblo de los vándalos habitó originalmente en lo que hoy es Bohemia, desplazándose hacia el sur en los actuales límites entre Austria y Hungría (170 d.C.) llegando a Hispania en 409. En 429, liderados por su rey Genserico pasan al norte de África con la finalidad de ocupar las mejores tierras agrícolas del decadente Imperio Romano de Occidente. Tomaron Ceuta y Tánger desplazándose hacia el oriente para hacerse del control de todo lo que fuera el África Romana sentando su capital en Cartago y constituyéndose en los mayores productores de cereales, que exportaban a Europa, dedicándose también a la piratería con los barcos que arrebataron a Roma, llegando a controlar la navegación en el Mediterráneo Occidental, conquistando y sentando bases en las Islas Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia y firmando un tratado de Paz Perpetua con Bizancio (474)

No tuvieron capacidad para cohabitar con la aristocracia romana ni para integrar a las tribus bereberes, ni de conciliar con la jerarquía católica, lo que impidió desarrollar un adecuado aparato administrativo para el reino y una base social que apoyara a los reyes, lo que a la postre fue la causa de su ruina. Hacia 533, el general Belisario desembarcó y conquistó para Bizancio el reino de los vándalos.

Reino Visigodo de Toledo

La Hispania de los romanos había desarrollado una importante infraestructura que articulaba todo su territorio. Igualmente había ciudades bien urbanizadas y con diversos equipamientos y servicios que ubicaban a la población hispanorromana en un elevado estadio de desarrollo cuando llegaron las tribus germánicas que dominarían la península por varios siglos después de una larga migración desde el norte del Mar Negro, pasando por los Balcanes y por la península italiana y ya cristianizados -pero en el arrianismo- los visigodos se establecen en el sur de Francia y en  la península Ibérica, estableciendo su capital primero en Narbona y luego en Toledo, ciudad en la que habrían de celebrarse los 18 Concilios de Toledo entre 397 y 702, de capital valor para la Civilización Occidental Cristiana

Estos concilios eran asambleas que congregaban a los obispos y a los nobles para discutir los asuntos de la religión y del Estado y sus conclusiones y acuerdos eran difundidos por los obispos mediante concilios regionales presididos por un representante del rey supervisado por el obispo con poder para excomulgarlo ante cualquier abuso. Se sabe de concilios provinciales en Sevilla, Narbona, Huesca y Barcelona y que éste último emitió un decreto llamado Epistola de fisco barcelonensis (592) en el que fijan las tasas fiscales y se define quienes son los contribuyentes. En el III Concilio (589) se decidió abandonar el arrianismo e incorporar políticamente a los hispanorromanos, que eran católicos, convirtiéndose el rey Recaredo y la nobleza visigoda al catolicismo. En el IV Concilio (633) se sancionó el carácter electivo de la monarquía y se definieron los límites del poder real. Su aportación a la evolución del poder político fue relevante.

Isidoro de Sevilla (556-636) fue arzobispo de esa ciudad por casi cuatro décadas desempeñando un papel muy importante en el mantenimiento y desarrollo de la cultura grecolatina ante la influencia de los invasores bárbaros que dominaban ya la península. Propició el desarrollo de las artes, del derecho, la medicina y otras ciencias, operando para que el IV Concilio decretase una política educativa que obligaba a los obispos a crear escuelas catedralicias y seminarios. Logró la conversión de la nobleza visigótica al catolicismo y fue el primero de los grandes compiladores medievales. Abordó la liturgia, historia, astronomía, geografía y elaboró textos teológicos y eclesiásticos, enciclopedias y un diccionario entre otras muchas obras, la más destacada de ellas Etimologías (634) que estudia la evolución del conocimiento desde la antigüedad pagana hasta el siglo VII. Fue canonizado en  1598, en 1722 el Papa Inocencio XIII lo declaró Doctor de la Iglesia mientras que en 2001 el Papa Juan Pablo II lo declaró patrono de Internet…

Al inicio del reino visigodo los judíos fueron prósperos comerciantes y banqueros que al mantenerse como un núcleo social cerrado al resto de la comunidad suscitaron no pocas envidias y suspicacias que a su vez devinieron en leyes que limitaban su acción en diversas áreas, por ejemplo: se les impedía tener esclavos cristianos y venderlos a otros judíos de Francia o África obligándolos a venderlos a precio razonable a cristianos y si el esclavo no tenía alguna propiedad, el dueño debía proporcionarle alguna. Al manumitir un judío a un esclavo, éste pasaba a ser ciudadano romano. Un judío que se casara con una cristiana y se negara a convertirse  sería desterrado y los hijos de matrimonios mixtos debían ser bautizados. Esto provocó que surgieran los falsos conversos, señalados además de espiar para los moros del norte de África.

La decadencia y posterior conquista musulmana del Reino Visigodo de Toledo se debió a varios factores, el más importante fue la grave crisis demográfica que por las epidemias disminuyó en un 30% y que se aunó con terribles sequías y hambrunas. La fractura política por luchas dinásticas que ya llevaba varias décadas dividiendo al reino hasta llegar a posiciones irreconciliables que incluso llegó a que uno de los bandos incitara y apoyara la acción de los invasores, que por otra parte aprovecharon la pérdida de poder del rey ante los nobles.

La conquista musulmana fue relativamente rápida, pues en sólo quince años (711-725) ocuparon toda la península. Durante años se planificó estudiando el terreno y construyendo alianzas que facilitaran las acciones, especialmente con los judíos que agraviados por diversas leyes y políticas del reino visigodo, sabían que su condición mejoraría con gobernantes musulmanes.

Los ibéricos reinos cristianos

Al sucumbir el Reino Visigodo de Toledo (711) y ser invadida la península, los moros ven interrumpidas sus conquistas cuando don Pelayo los derrota en la batalla de Covadonga (722) y Carlos Martell en la de Poitiers (732). Carlomagno establecería la Marca Hispánica o línea de fortificaciones militares para proteger a su imperio de los ataques musulmanes, mientras Don Pelayo y los cristianos ibéricos se fortificaron en los llamados foco asturiano y foco pirenaico, de los que emanarían los llamados reinos cristianos de España.

Destacan el Reino de Asturias, que luego sería (900) el Reino de León abarcando Galicia, Asturias, León, Zamora y Salamanca; el de Pamplona, que pasaría a ser Navarra y que llegó a controlar lo que hoy es Navarra, la Rioja, el país Vasco y a unir dinásticamente al los condados de Castilla, León y Aragón, que al unirse éste último con los condados catalanes encabezados por Barcelona darían lugar al establecimiento de la corona de Aragón, del que se escinde Castilla en 1065. Entonces los reinos cristianos eran de occidente a oriente: León, Castilla, Navarra, Aragón y el condado de Barcelona, que al norte limitaban con el Imperio Carolingio y al sur con el Califato de Córdoba, que luego se dividiría en las llamadas Taifas (1031).

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