Recuerdo que los medios de comunicación masivos (TV, Radio y los periódicos de circulación nacional y hasta los locales de mayor circulación), jamás permitían que alguien se refiriera en mal tono sobre un político y mucho menos sobre el Presidente, su familia… o un candidato presidencial. Nunca un locutor de radio o conductor de televisión podía criticar a un Presidente o Gobernador (y hasta un Alcalde) so pena de perder su “licencia” o bien ser castigado o hasta despedido.
En el momento en que un personaje era ungido como candidato a la Presidencia de la República, se convertía en una especie de ángel sin mancha y así era conceptualizado por la enorme mayoría de ciudadanos, poco acostumbrados a razonar en un sistema cuasi autoritario y aficionados a series televisivas como El Chavo del 8 o telenovelas cursis románticas en las que la estrella es una pobre que llega a ser rica y poderosa.
Pero las cosas –afortunadamente- han cambiado en forma radical. Ya no gobierna un partido hegemónico y, aunque el actual partido en el Gobierno tiene otras formas más refinadas de presionar a los medios (convenios por delante), la verdad es que cualquiera ya puede criticar y hasta mofarse del Presidente en turno, su familia y desde luego… de los candidatos presidenciales.
LA MALDICIÓN DE LAS REDES SOCIALES
Y todo este rollo viene a colación porque finalmente hay ya candidatos registrados. Y ahora sí, cualquier cosa que hagan, digan o dejen de decir, podrá ser usada en su contra. Literalmente. Nadie puede parar ya a una opinión pública ansiosa de externar críticas y hasta ataques que anteriormente jamás pudo.
Por eso el “boom” de las redes sociales: Ahora el ciudadano anónimo puede criticar –en el mejor de los casos- a un político o gobernante y nadie puede reclamarle absolutamente nada. Claro, los ataques, mofas, majaderías, apodos y escupitajos verbales es lo que prevalece. Y ya nadie lo puede evitar ni mucho menos prohibir.
Y los políticos tienen que estar preparados para ello. Por eso quisieron meterse a ese oficio: Son personajes públicos y ahora se aguantan. Y más los candidatos presidenciales. Están siendo literalmente destrozados en las redes sociales (Twitter sobre todo, que se ha convertido en el cadalso electrónico para los errores o pifias de los candidatos). No tienen escapatoria.
PEÑA NIETO, EL MÁS ATACADO… ¿AGUANTARÁ?
Todos nos enteramos del linchamiento masivo contra la persona de Enrique Peña Nieto cuando ha tenido notables errores culturales o declaraciones desafortunadas. En México pocos pueden citar más de uno o dos libros que hayan leído… pero todos atacaron implacablemente al priísta. Y cuando las críticas en Internet pasaron a la Televisión, la Radio y los Diarios, entonces sí que le afectó en sus preferencias preelectorales. Es un hecho: Peña Nieto sí bajó en las encuestas, tantito por sus tarugadas y otro tanto por la campaña de los panistas por la candidatura presidencial.
Pues hoy ya es candidato oficial del PRI y el PVEM. Y siguen –y seguirán- los ataques twitteros. Ahora que porque usó “teleprompter” (pantallita frente al atril donde un político dirige un discurso y ahí va apareciendo escrito el mismo y “nadie” se da cuenta que está leyendo…). Todos los gobernadores y el Presidente lo usan en sus Informes (ni modo que hablen de memoria). Pero si lo usa Peña es una muestra más de su idiotez para los twitteros (que la mayoría jamás ha hablado en público, por cierto…).
Pero es candidato. Y hay que encontrarle cualquier error.
¿Aguantará los ataques una vez que inicie la campaña en unos quince días más? ¿Bajará más en las preferencias? ¿Detendrá su caída?
No lo sabemos aún, en serio. Pero de que ha quedado demostrado que es un simple mortal y que la cultura no es lo suyo, es un hecho.
JOSEFINA SUBIÓ… PERO NO ENTUSIASMA
Pero Josefina Vázquez Mota no se queda atrás. En los dizque “debates” con sus contrincantes panistas por la candidatura presidencial quedó demostrado que no es muy hábil para la controversia y mucho menos para polemizar. La vimos repetir hasta la saciedad lo mismo con el mismo molesto tono. Y así han sido también varias de sus entrevistas (amén de sus “desvelos” respondiendo cosas que NO le preguntan).
Digo, si Peña Nieto no es tan hábil para la improvisación, Vázquez Mota no se queda atrás. Además de que parece que Echeverría o un cetemista le enseñaron a dirigir discursos con un sonsonete francamente aburridor y ridículo.
Sí, esa es la Josefina de carne y hueso.
Y el domingo pasado quedó más que demostrado. Si bien sus operadores habían llenado de acarreados el Estadio Azul para su protesta como candidata… miles de “panistas” la dejaron hablando sola. Pero el problema no fue el sol o el hartazgo (que desde luego tenían los insolados acarreados), sino que la candidata presidencial simplemente no pudo entusiasmarlos para que se quedaran. Si esos son sus seguidores, pues que empiece a preocuparse porque no están dispuestos a escucharla y quizás ni a votar por ella.
Es lo malo del acarreo: Realmente no sabes como candidato si los asistentes a un evento masivo están contigo o bien simplemente fueron a cumplir un requisito a contrapago de una dádiva. Cuidado, los acarreos han engañado siempre a los candidatos… del PRI.
¿Bajará puntos en las encuestas Josefina, por su desangelada y preocupante toma de protesta? ¿Se detuvo su camino ascendente que era un hecho que sí traía? ¿Ya llegó a su límite en las preferencias? ¿Una vez que inicie la campaña terminará de desilusionar?
No lo sabemos aún. Cualquier hipótesis es válida hasta que no haya mediciones serias (que ya tienen los candidatos obviamente).
LÓPEZ OBRADOR: ¿AMOROSO O RIJOSO? HE AHÍ EL DILEMA
Finalmente, Andrés Manuel López Obrador es quien mejor la ha librado en las redes sociales. Claro, tiene detractores, pero son los mismos panistas de siempre. Y no ha habido “trending topics” en twitter burlándose del tabasqueño, eso es un hecho.
Pero de que hay tela de dónde cortar para criticar su candidatura y discurso, sí que la hay. De entrada sigue rezagado en un tercer lugar claro, frente a Peña Nieto y Vázquez Mota. Y lo que al principio fue medio bien recibido -su discurso de la República Amorosa- ahora ha cansado a los ciudadanos y la verdad hasta lo rechazan. Sus simpatizantes quieren ver al mismo rebelde que denunciaba a los malos del PRIAN. Y creo que ya hasta despareció su discurso conciliador y como que ha regresado a las críticas a sus adversarios.
El problema es que mucha gente ya no lo siguió. Simplemente no termina de “prender” su candidatura y propuesta discursiva.
¿Crecerá en las preferencias una vez que inicie la campaña? ¿Prenderá su candidatura en los debates con sus adversarios? ¿No crecerá más y hasta se caerá más en las preferencias ciudadanas que prefieran votar por quien tenga más posibilidades de ganar?
No lo sabemos aún. Quién sabe qué traiga entre manos el famoso Peje para atraer más seguidores y votantes para su causa. Eso sí: No lo descartemos. López Obrador puede dar un “campanazo” y subir en las mediciones.
Y Gabriel Quadri… ¿Quién es Quadri?
En fin. Hasta ahora todos han sido “rounds de sombra”, usando el argot pugilístico. Aún no empieza la campaña. No hay spots televisivos ni mensajes reales. Aún no hay propuestas efectivas. Faltan debates y discursos.
Pero una cosa es un hecho: Todos son mortales. Y enfrentarán puntualmente la ira de los ciudadanos contra los políticos. Además, naturalmente, la operación gubernamental (de cualquier nivel) para favorecer a su (s) candidatos con programas públicos y hasta ataques con el pretexto de aplicación de la justicia.
Ya lo veremos.
Se va a poner bueno.
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