A mí lo que me gusta es analizar lo que opina la gente y después intentar hacer un juicio personal. Por supuesto, no necesariamente debe coincidir con lo que digan los ciudadanos en las encuestas. Soy uno más de ellos, pues; que tiene su propia opinión.
Debemos recordar en primer lugar que, aunque les moleste y lo renieguen sus simpatizantes y muchos panistas del Yunque que hoy lo defienden, Eduardo Rivera no ganó por sí solo en aquel julio de 2010. Primero, fue jalado por la ola morenovallista, cuyos operadores sabían a la perfección que ganando la capital y zonas conurbadas, podrían aspirar a ganar la elección para Gobernador.
Y así fue: El SNTE y sus mapaches implementaron un muy eficaz “voto golondrino” en la capital y zonas circunvecinas que hizo que hasta el propio candidato a Alcalde se sorprendiera del tamaño de su “victoria” (más de 15 puntos porcentuales de diferencia, cuando las mediciones previas señalaban un empate con cierta tendencia a su favor).
Pero esa operación golondrina la implementó Moreno Valle y benefició de refilón a Eduardo Rivera, quien se sacó el premio en la rifa sin haber invertido tanto en el boleto.
Lo anterior no les agrada escucharlo a los riveristas, pero una de las pruebas (además de todo lo que se ha comprobado del voto golondrino en Puebla y otros Estados donde el SNTE apoya a quien es su aliado circunstancial, PAN o PRI) es que a varios meses de gestión (casi todo el 2011), la mitad de los poblanos no sabían aún quién era Eduardo Rivera. Lo publicamos una y otra vez aquí mismo.
Pero bueno, esa discusión es sobre el origen del actual gobierno municipal y ya está superada. Solo era para recordarlo.
En cuanto a la gestión, en primer lugar debemos reconocer que el estilo de gobernar de Rivera es muy distinto al de Moreno Valle. Efectivamente, el Gobernador ha hecho gala de promoción de su imagen personal y también está empeñado en hacer grandes obras que lo coloquen en la palestra nacional. Ya veremos si lo logra, pero esa es otra cuestión. Eduardo Rivera ha sido mucho más discreto: Tantito porque así es su conducta (moderada, reservada y hay que reconocérselo) y tantito porque no cuenta con el presupuesto multimillonario para gastos de imagen que sí posee el Gobernador. Quién sabe si se comportaría igual, si tuviera presupuesto.
Ahora bien, por la misma razón anterior, naturalmente, el Gobernador ha hecho muchas más obras que el Alcalde –y eso lo notan claramente los ciudadanos, como veremos próximamente en encuestas-, quien se ha limitado casi exclusivamente al programa de las Mil Calles pavimentadas.
Uno se pregunta si efectivamente es el programa estrella de Eduardo Rivera y por eso no ha hecho prácticamente nada más… o bien se empeña en demostrar que sí era real su promesa de campaña. Cualquiera de las dos opciones no es muy buena.
Sí, el Gobierno Municipal ha estado pavimentando muchas calles (la gente sí lo dice en las mediciones), pero creo que la medición ha sido medio mañosa (cada determinados metros es una calle…). Pero bueno, suponiendo –sin conceder, porque en realidad no son mil calles como tal, sino metros de pavimento- que ha cumplido con ese programa… y no mucho más.
También los spots hablan de reparación de miles y miles de luminarias… pero eso no lo hace el Gobierno. Que yo recuerde, se le dio en concesión a una empresa privada el mantenimiento y tendido del alumbrado. Y fue la misma empresa de origen francés que tanto satanizó el propio Lalo Rivera cuando hizo lo mismo su odiado Luis Paredes. Así que lo de las luminarias sí es un logro… pero de la concesionaria, a la que le pagamos todos los poblanos en nuestro recibo de luz (el mentado “DAP”).
En cuanto a otras obras públicas, sí, hay muchas… pero son del Gobierno del Estado, que sigue en la misma idea de que si en la capital te califican bien, eso sirve para influir en todo el Estado (me pregunto si será más urgente el metrobús o el impresionante distribuidor Zaragoza… o la carretera interserrana que se está cayendo literalmente a pedazos desde hace sexenios, pero no es tan visible).
Resumiendo. Logros de este primer año de Eduardo Rivera: Pavimentación, sí. Alumbrado, con los comentarios ya hechos… y ya.
Ha habido cientos de inauguraciones de eventos deportivos y anuncios de más planes municipales para veinte o treinta o cien años… y ya.
¿Fracasos o defectos?
Pues en primer lugar la espantosa inseguridad que vivimos día a día todos los poblanos capitalinos. Los robos a casas habitación han crecido de manera alarmante (casi todas las casas alrededor del BEAP, por ejemplo, en Anzúres… ya han sido saqueadas… y eso que por ahí viven varias familias panistas de hueso colorado, entre ellas la de un Regidor cuyo apodo tiene que ver con los homínidos).
Los robos de autos y autopartes son ya cosa normal en cualquier punto de la ciudad. Los atracos a transeúntes son parte de la vida cotidiana de los poblanos. Los robos a negocios también.
Y esto no lo puede negar nadie. En serio, no se puede tapar el sol con un dedo.
Finalmente, las extorsiones de policías municipales y agentes de tránsito siguen igual que siempre. Gobierne PRI o PAN, son los mismos bribones de toda la vida. Reitero: No lo digo yo, lo dice la gente.
No obstante, la ciudad está bonita, no se puede negar. Pero no por obra del actual Ayuntamiento, sino porque en los últimos trienios, todos los Alcaldes han mejorado mucho el Centro Histórico. Sí, por eso ha crecido el turismo. Claro, el mérito del actual Presidente Municipal es que ha mantenido a la ciudad presentable (aunque descuida con dolo las obras que no son de él, como el Parque de la Laguna de Chapulco). La recolección de basura, por cierto, también es otra concesión privada.
Por todo lo anterior, Lalo Rivera no sale mal en las evaluaciones, se los adelanto. La gente ve obras públicas, es cierto. Pero sí se queja de la inseguridad y altos índices delictivos. El DIF Municipal siempre luce porque hacen trabajo social, también es digno de reconocerse
Así que, sin apasionamientos: El primer año de Lalo Rivera no está tan mal como lo dicen sus acérrimos críticos, pero no está tan bien como lo pregonan sus admiradores. Su estilo es moderado y austero y se le agradece. No gasta en promoción personal exagerada y es un acierto. Se ha esmerado hasta el límite para intentar cumplir lo de las calles pavimentadas y se le aprecia el esfuerzo.
Pero existen graves rezagos en muchas otras áreas. Muchos de sus colaboradores están más preocupados en cuestiones electorales (primero para que ganara Josefina y ahora para que gane la elección presidencial) y descuidan servicios públicos. Y, desde luego, la brutal inseguridad que no puede resolver el actual gobierno municipal. Supuestamente hay más patrullas… que no las vemos por ningún lado cuando se necesitan.
Me pregunto qué va a hacer este año el Gobierno de Eduardo Rivera, ahora que ya hizo las “mil calles”… que por cierto no todas están en las zonas más marginadas de la capital, pues yo sigo viendo en ruinas las calles de muchas Juntas Auxiliares.
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