Con ello es más que imposible que mejore el ingreso de los poblanos si el gobierno reduce salarios, los empresarios secundan la posición al negarse a conceder aumentos más allá del 4.0 por ciento.
No hay aumento de impuestos o creación de otros, pero sí recortes de salarios para que el gobierno tenga los recursos necesarios para ejecutar obra, y con eso ahí se la lleva el gobierno, limitando el poder adquisitivo de la población y bajando la calidad del empelo.
En el sector privado las cosas tampoco son diferentes.
Dirigentes obreros denunciaron en los últimos días que los empresarios rehúsan conceder incremento salariales más allá del 4.5 por ciento, en el mejor en los casos, se calcula que el promedio será de un 4.0 por ciento, y eso porque toman como “referencia” el magro aumento de los salarios mínimos que apenas fue de 2.31 pesos.
En Puebla se requiere de mayor inversión productiva, generar empleos de calidad y permanentes.
Así, en el gobierno d el estado, en la primera quincena de enero miles de trabajadores de confianza recibir su pago vieron con sorpresa el recorte de un 5% que recibieron en su salario. Y es que los tabuladores de este año fueron ajustados a la baja en comparación con el año pasado.
Hay personal que percibe apenas 4 mil pesos al mes, y en algunos casos ni siquiera reciben viáticos si su trabajo requiere traslados o incluso pernoctar para realizar los montajes de los templetes para algún evento del gobernador en el interior del estado.
El ahorro que presume el gobierno es a costa de los propios trabajadores, tal como lo dijo el propio secretario General de Gobierno Fernando Manzanilla, el pasado 16 de enero.
“Entiendo que hay reducciones en algunas compensaciones que se fijaron por parte de la Secretaría de Finanzas (SF) y es un tema que se implementa a partir de este año. El propósito es con la intención de reducir gastos para destinarlos a más obra pública, más inversión en infraestructura”, detalló Manzanilla. (Según publicó Milenio).
Lo anterior clarifica que el presupuesto de 2012 se elaboró a costa de la población.
Se presumió que no había aumento de impuestos, se eliminó la tenencia y se presumió -sobre todo- la negociación histórica con la federación para lograr más de 57 mil mdp.
Recientemente se presume que se hace obra “sin pedir un centavo prestado”.
Sí pero no se dice que esto es a costa de los propios ingresos de la población.
Da igual que no haya alza en impuestos, si de todos modos meten tijera y se allegan los recursos a través de los propios empleados.
Puebla es la ciudad con el peor ingreso per cápita.
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de una lista de 85 ciudades más grandes, Puebla está al final con un ingreso de 13 mil 396 dólares por habitantes, la precede Guadalajara en el lugar 84 con un ingreso de 14 mil 53 dólares.
Tanto en el gobierno como en el sector privado, el empleo se ha depauperado, datos de Inegi, OCDE y el Ceneval lo constatan.
Puebla es la ciudad con el mayor número de pobres en el más con más de 700 mil personas; además enfrenta un desempleo de unas 50 mil personas; aunado a un crecimiento en los subocupados.
La calidad de vida en Puebla no puede mejorar únicamente con “obras magna”, en tanto que la población no cuente con los mínimos satisfactores para vivir; si ve limitado sus ingresos, si éstos no le permiten atender sin mayores preocupaciones sus necesidades básicas: alimentación, vestido, casa, educación, salud y entretenimiento.
Y tampoco puede mejorar el nivel de vida de la población si sólo se pasa de una bolsa a otra: de los trabajadores a la del gobierno.
CCE desgaste y cambio
Francisco Rodríguez Álvarez se perfila como el próximo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), ante el desistimiento de Luis Rodríguez Fernández de continuar al frente de este organismo por tercer año.
Los organismos empresariales parecen más un cero a la izquierda en su relación con el gobierno del estado, en parte porque no son tomados en cuenta, y otra porque los vínculos familiares inhiben la toma de posición por parte del CCE.
La decisión de no seguir al frente del CCE la tomó Luis Rodríguez poco antes del primer Informe de gobierno, aun cuando inicialmente había dicho que sí seguiría por tercer año.
Ello provocó que en la Coparmex se determinara, la semana pasada, quién sustituiría a Franco Rodríguez para que éste pasara al CCE.
El día del informe de Moreno Valle, entre los empresarios el tema fue el relevo en el CCE.
Algunos empresarios – aunque no tienen voto- no están del todo conformes y tratan de buscarle “peros” al aún dirigente patronal.
Por ejemplo que apenas si terminó la preparatoria, que no tiene estudios superiores, que sólo ha sido presidente de Coparmex y su “carrera” en los organismos empresariales es muy corta, etcétera.
En la iniciativa privada está visto que en nada les ha servido que Pablo Rodríguez Regordosa haya sido designado como funcionario en el gobierno del estado, si el sector es poco tomado en cuenta, o no se les apoya para la realización de eventos, y tampoco para las mipymes.
Aún cuando Francisco Rodríguez y el secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico (Secotrade), Pablo Rodríguez Regordosa son familiares, la posición que en su momento pueda asumir el primero frente al CCE será menos conflictiva familiarmente que la que en su momento hubiera podido tomar el cuñado Luis Rodríguez Fernández. Bueno, eso es lo que dicen algunos de los empresarios.
No se trata de romper lanzas con el gobierno estatal, sino de mantener una posición crítica y buscar la interacción con las autoridades para atender los problemas que aquejan al empresariado y al estado en general.