Roy Campos, titular de Consulta Mitofsky, dio a conocer el mismo martes que el precandidato único del PRI aventaja a sus oponentes –un perredista y tres panistas- por más de veinte puntos porcentuales. Explica y desmenuza su Encuesta Nacional y deja perfectamente clara su metodología (www.consulta.mx).
Por supuesto, los que no simpatizan con Peña Nieto han descalificado el ejercicio. Perredistas y panistas, claro. Que Roy está vendido, que no tiene credibilidad, que le trabaja al PRI, que es empleado de Televisa y mil cosas más.
Y algunas de las críticas pueden ser ciertas… menos que Campos no sepa hacer encuestas. Tengo el gusto de conocerlo y es realmente es un experto. Que efectivamente en los últimos años le trabaje casi en exclusiva a candidatos priístas es otra cosa. Son sus clientes y eso no tiene nada de malo.
Me pregunto si las descalificaciones a Roy Campos serían iguales si quien liderara las mediciones pre-electorales o acercándose fuera López Obrador o uno de los panistas. Obviamente entonces las descalificaciones vendrían de los priístas y los mudos serían azules o amarillos.
Normal.
Pero no se puede abominar de una Encuesta de una empresa seria (nacional, miembro de la AMAI, funcionando desde hace muchos años) solo porque los resultados no favorecen al candidato de mis simpatías.
Pero bueno. Supongamos que efectivamente Roy Campos es un mentiroso y manipulador.
El detalle es que el lunes, otro extraordinario encuestador que es Francisco Abundis, titular de Parametría – a quien también tengo el gusto de conocer- también dio a conocer que Peña Nieto lidera las preferencias en sus últimas encuestas y que en ellas también aventaja a sus oponentes –perredista y panistas- por más de veinte puntos porcentuales.
Abundis le ha hecho encuestas al PAN, al PRD y al PRI en todo el país. En Puebla le ha hecho varios estudios al propio Gobierno del Estado (supuestamente de extracción panista-perredista ¿no?). Y nadie ha renegado nunca mucho de él. ¿También ya se vendió con Peña Nieto?
No lo creo. El prestigio de ambas empresas va de por medio. Y no creo que quieran perderlo a estas alturas. Son de las mejores encuestadoras del país.
Y todo lo anterior no significa que no haya empresas irresponsables o inventos de encuestas en cada proceso electoral. Lo he denunciado mucho aquí mismo. Pero no nos preocupemos: Esas empresas tarde o temprano pierden reputación y pocos creen en ellas en siguientes elecciones. Por ejemplo, las que difunden resultados de sondeos telefónicos como si fueran efectivamente cara a cara. O de plano las que inventan encuestas que nunca realizaron.
Y claro: También existen yerros en resultados por cuestiones metodológicas y hasta por la intervención de factores no previstos en las encuestas (el mentado “voto golondrino” del que he hablado mucho también). Los márgenes de error son también naturales en cualquier ejercicio estadístico. Pero eso es otra cosa. El problema es cuando se falsean datos con premeditación y dolo (o conveniencia).
Pero reitero: El propio mercado regula la incompetencia o la irresponsabilidad.
Y volviendo al tema original: Enrique Peña Nieto sigue liderando las encuestas pre-electorales. Ya lo habíamos dicho aquí mismo, basándonos en las propias mediciones que hemos venido realizando –y seguimos haciendo en estos momentos- en el BEAP, S.C.
Claro, eso no les agrada ni a panistas ni a perredistas. Las seguirán negando y descalificando. Y los priístas seguirán contentos y optimistas.
Pero repito también por enésima ocasión:
Falta el (a) candidato (a) definitivo del PAN y eso generalmente “sube” a este partido en preferencias. Faltan las campañas electorales. Faltan debates, guerra sucia, yerros discursivos, escándalos. Falta la operación que llevará a cabo el Presidente Calderón para que no pierda su partido, con todo y manejo electoral de programas y recursos. Falta saber cómo votarán los ciudadanos en Estados como Puebla, donde el PAN como partido lleva ventaja, pero Peña Nieto como candidato supera a todos…
Falta, pues, mucho tiempo aún. Cada vez menos, pero suficiente para cambiar cualquier tendencia.
Lo cierto es que al día de hoy, primeras semanas de enero:
1. Peña Nieto no “cayó dramáticamente” en las preferencias por sus tonterías en la FIL o sus errores en declaraciones. Sigue arriba en cualquier medición, sea de quien sea. Bajó menos de cinco puntos, más por el avance de la contienda y la actividad panista y perredista que por los escándalos twitteros.
2. Los panistas no suben mucho ni terminan de agradar al electorado, por más que se esfuerzan. Aunque Josefina Vázquez Mota es la preferida para los panistas… entre toda la ciudadanía aún está muy por debajo de Peña Nieto.
3. López Obrador sí ha subido dos o tres puntos en las preferencias ciudadanas. Pero también sigue siendo quien más rechazo inspira entre los votantes.
Esas son las verdades al momento actual. ¿Mañana? No lo sabemos.
Nosotros (el BEAP, pues) seguimos midiendo.
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