El Gobierno federal parece que encontró un motivo más que bueno para seguirse haciendo propaganda: Felipe Calderón llama a todo México a la unidad en su lucha contra los malos, aunque lo que en realidad parece que pide es unidad en torno a su imagen y a sus propósitos políticos-partidistas.
Todo lo que haga o deje de hacer el Presidente a partir de ahora es con fines electorales, no lo olvidemos ni por un momento.
Claro, la Secretaría de Hacienda comandada por el inefable cuasi delfín Ernesto Cordero, anuncia enérgica la confiscación de miles de máquinas tragamonedas por no estar “en orden” ante el SAT. También amenaza que el retiro de las tragamonedas se hará en todo el país, no solo en Monterrey.
El Gobierno estatal neoleonés del inepto Rodrigo Medina anuncia que hará mil acciones en la búsqueda y contra los autores del asqueroso crimen. El Presidente Municipal de Monterrey no sabe ni qué decir…
En todos los Estados, los Gobernadores anuncian que “meterán en cintura” a todos los Casinos y casas de apuestas. Rafael Moreno Valle expresa enfático que “se revisará el funcionamiento” de los Casinos en Puebla.
Sí. Todo excelente. Pero… ¿Por qué carajos no hacen todo eso antes de que ocurran las tragedias?
Estamos exactamente igual que cuando el incendio de la Guardería ABC en Hermosillo. Todo mundo condena el hecho, pero nadie se hace responsable de la tragedia y se echan la pelotita los tres niveles de Gobierno.
Ayer por la tarde cientos de personas en Monterrey gritaban por igual que ya se largue Medina… y Calderón.
Y no es para menos.
LA HISTORIA DE CADA AÑO
Gobiernos van y gobiernos vienen, en una fatídica alternancia de incapacidades y desórdenes. El hecho es que cada año, en temporada de lluvias (que es igualita cada año, desde que tengo uso de razón y vivo en Puebla… o sea más de 40 años), la ciudad y sus alrededores se desquician.
Las calles de Puebla están en ruinas: Miles de baches destrozan las llantas de los automóviles de cientos de ciudadanos que con impotencia y rabia maldicen a la autoridad municipal.
Y ya no se vale echar la culpa al anterior: Ese ha sido el deporte de cada Presidente Municipal desde hace casi veinte años.
Los ríos crecen y los arroyos se desbordan. El maldito Rabanillo cada año inunda a decenas de fraccionamientos que por desgracia se han instalado a sus orillas en la zona del Blvd. Forjadores y San Pedro Cholula.
El periodista Valentín Varillas nos ha contado recientemente que ya había planes de entubar correctamente dicho riachuelo, pero que por razones electorales los imbéciles panistas de la Comisión Nacional del Agua no lo hicieron en 2010 para no favorecer al odiado PRI.
Y el Gobierno Estatal no se queda atrás en su irresponsabilidad: El bien llamado Periférico de la Muerte, con las últimas lluvias está verdaderamente minado con cientos de baches en uno y otro sentido. Tomar dicha vía representa verdaderamente jugarse la vida, pues al ir a más de 70 u 80 km. por hora, caer en un bache significa accidente seguro de consecuencias lamentables.
Pero prefieren las obras más vistosas y con fines propagandísticos, que arreglar el maldito periférico que diseñó Bartlett, medio continuó Melquíades y remendó Marín. Nada de arreglar porquerías que hicieron las perversos priistas.
Nomás que da la casualidad que el actual Gobernador era más que destacado funcionario en uno de esos sexenios y más que destacado representante popular –dos veces- del odiado PRI.
Entonces no vale la apatía por arreglar desperfectos priistas, si también formaron parte de esa raza.
No sé ni para qué me enojo.
LA CENA DE NEGROS PRIISTA POR EL SENADO
Los priístas andan más que entusiasmados en la búsqueda de las candidaturas de la fórmula para el Senado de la República.
Hacen cuentas alegres –de la lechera- y piensan que si continúa la ola del “Efecto Peña Nieto”, cualquiera de ellos que sea nominado, ganará el escaño y se convertirá en uno de los altos tribunos de nuestra República.
Y todos los días se suma alguien en dicha frenética búsqueda.
Al día de hoy, anote Usted a:
Blanca Alcalá Ruíz, Enrique Dóger Guerrero, Javier López Zavala, Mario Marín Torres, Enrique Agüera Ibáñez, Alejandro Armenta Mier, Fernando Morales Martínez, Oscar Aguilar González, Juan Carlos Lastiri Quirós, Alberto Jiménez Merino y hasta a Jesús Morales Flores y Víctor Hugo Islas Hernández.
Más los que se agreguen el día de hoy (¿Charbel Jorge Estefan Chidiac, Jaime Alcántara Silva?).
Más el inquieto Juan Carlos Natale del Partido Verde, que insiste que irá en la negociación de candidaturas por la alianza de su partido con el tricolor.
Ya nomás falta que también quiera lanzarse Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya o don Guillermo Pacheco Pulido.
Claro, la intención de algunos es mera vacilada, como lo es el caso de Víctor Hugo Islas, Chucho Morales u Oscar Aguilar.
Pero los demás sí están realmente en la lista para la pelea. Mario Marín no puede ser descartado hasta que él, de viva voz, se baje de la contienda. Lo demás han sido especulaciones periodísticas que siempre abundan.
Lo mismo puede decirse de Enrique Agüera, quien sí ha dicho que no tiene interés en participar. Pero también sabemos que el que más insiste en que no lo incluyan, a veces es quien se queda con la candidatura. Al parecer es la manera más inteligente de jugar en la política mexicana.
El problema es que ninguno avizora que Enrique Peña Nieto, si bien es el precandidato presidencial mejor posicionado, todavía tiene que pasar el amargo trago de una campaña de ataques y desprestigio que le tienen preparada desde Presidencia de la República.
Vaya, si hoy fueran las elecciones, Peña Nieto ganaría; y seguramente con él los candidatos al Senado. Pero el problema es que las elecciones no son hoy. Faltan 11 meses. Y en Puebla hay Gobernador panista que supuestamente operaría a favor de los abanderados blanquiazules.
Bueno, eso es lo que se espera de él.
En fin. A ver si a los inquietos priístas no les pasa lo del 2006, cuando Montero ya se saboreaba el escaño senatorial.
Todo puede pasar ya en este México de la democracia posmoderna.
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