La escritora Diana Ducoulombier (17.07.11 Excélsior), afirma que cada quien valorará si lo que se está haciendo por nuestro país vale la pena, y remata: …La vida es acerca de experiencia. Se puede pasar una vida al servicio de un interés tratando con mucho cuidado de escoger las mejores decisiones, pero al final el orgullo o la arrogancia, nos hacen tomar una mala decisión. No cabe duda, la experiencia es la cuestión.
En la semana que concluyó, el reconocido internacionalista Felipe González (ex presidente español, 1982-1996), tras su ponencia y durante un debate con estudiantes, criticó la estrategia utilizada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa en la batalla contra el crimen organizado y el narcotráfico, y aseguró que esa lucha —en cualquiera de sus formas— debe ponderar las labores de inteligencia sobre la operatividad, pero en México ocurre lo contrario. “El problema es que en la batalla contra el narcotráfico que se está llevando a cabo en México el planteamiento es 85% operatividad y 15% inteligencia, al contrario de lo que debería ser”, dijo González, quien comentó que el próximo gobierno, sea del signo que sea, “tendrá que continuar con la lucha contra el narcotráfico”.
Sobre si la lucha anticrimen era evitable o no, el ex mandatario español explicó que la afrenta “empieza a ser poco evitable en el momento en el que el narcotráfico comienza a ser un negocio que no sólo mueve cientos de miles de millones de dólares, sino que empieza a ocupar territorios y, por tanto, a mandar sobre el territorio, incluidas las instituciones del país. “Es entonces cuando el Estado mexicano, que es fuerte, no manda y se encuentra con un enemigo interior que manda en el territorio y que le quita la autoridad de Estado”, dijo Felipe González durante su intervención.
No es cosa menor lo afirmado por el internacionalista Felipe González, quien además aseguró que todo apunta a que en las próximas elecciones presidenciales en México se dará una alternancia en el poder y que el PRI resultará ganador.
El ex presidente español hizo estas declaraciones durante su participación en el curso “América Latina: temas para una agenda alternativa”, organizado por la Universidad Complutense de Madrid y que dirige el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente, presidente de la Asociación Internacional de Universidades.
En la misma ruta, el gobierno de Barack Obama ven sin recelo lo que los expertos norteamericanos consideran el inminente retorno del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República. A días de dejar el cargo el subsecretario norteamericano de Estado para el Hemisferio, Arturo Valenzuela, abonó hacia el futuro de las relaciones entre México y Estados Unidos y sobre las posibles variables de cambio que se avecinan en las elecciones presidenciales de 2012 en los dos países.
Gane quien gane en las presidenciales de 2012, en México y EU no tendrá mucho margen para cambios en la relación bilateral, aseguró Valenzuela en alusión a los países con una enorme vecindad geográfica y a una convivencia contrariada por problemas en común en materia de seguridad, lucha contra el narcotráfico, migración y comercio. Abundando Valenzuela no concuerda con la idea de que el PRI sea un partido de dinos, al rechazar que en EU haya temor ante el retorno del partido tricolor a Los Pinos y al defender la regeneración que, desde su punto de vista, se ha producido en el PRI tras la dura travesía por el desierto que han protagonizado en los dos últimos sexenios.
“Yo francamente veo renovación en el PRI. Veo sectores nuevos. Veo gente nueva. Se ha hecho un enorme esfuerzo por tratar de modernizar al partido”, insistió Valenzuela al no descartar la posibilidad de que durante las elecciones presidenciales de 2012 un candidato del PRI recupere la presidencia.
Como se sabe, de acuerdo con las más recientes mediciones y encuestas nacionales, si las elecciones presidenciales de México fueran hoy, el PRI (46%) vencería a los partidos PAN (27%) Y PRD (18%), con cualquiera de sus dos prominentes aspirantes: el Presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones Rivera y el gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto.
En el análisis cualitativo y de prospectiva realizado por especialistas estadounidenses, Enrique Peña Nieto resulta el candidato ideal del gobierno de la bonanza y abundancia, es decir administrar la riqueza; un gobernante carismático que construye y distribuye todos los días, es sin duda Peña Nieto. Empero ante la problemática que enfrenta México, que implica escenarios de creciente adversidad que integran los complejos componentes que viven los mexicanos -además de la crisis en la economía de los hogares- (inseguridad, narcotráfico, criminalidad, corrupción, desempleo, inestabilidad, incertidumbre, temor, desconfianza…), dichos especialistas infieren que el senador Manlio Fabio Beltrones resulta el aspirante del momento: tiene a su favor la visión de estado y la experiencia adquirida en los espinosos temas de seguridad y justicia -a su paso por Gobernación y las dos Cámaras del Congreso de la Unión-; resulta el hombre ideal para gobernar en la adversidad que México vive hoy en día y enfrentar con inteligencia los grandes retos, amén de que como se ha extendido a gran velocidad y pasos agigantados el crimen organizado, se requieren, además de talento, mano firme, rigor y tamaños para vencerlo.
Es Beltrones el político -agudo por naturaleza- quien tiene la capacidad para meter orden en todos los ámbitos y esferas gubernamentales: las policías, las aduanas, ministerios públicos, jueces, gasto público, presupuestos federales, estatales y municipales, deuda pública, sindicatos…en fin, orden en todos los aspectos.
Recuerdo a bote pronto una estampa de hace cinco años (2006): el entonces ya desprestigiado y devaluado Presidente Vicente Fox, no tenía el acceso al Congreso de la Unión (el PRD le cerró las puertas del recinto), y por lo tanto se veía imposibilitado para entregar el poder conforme lo establece la propia constitución. Por fortuna Beltrones diseño una estrategia y realizó un eficaz trabajo político de filigrana, que permitió a Fox acceder al Congreso para entregar el poder a Felipe Calderón Hinojosa. Se evitó una verdadera crisis política, que hubiese derivado en inestabilidad e ingobernabilidad.
Hay mucho trabajo por hacer. Estemos pendientes.
