El citado Colegiado ha sido denunciado ante la PGJ por prestarse a maquinar un fraude específico, alterar documentos y simular actos jurídicos.
La persona afectada por tales hechos (por obvias razones se omite su nombre) hizo llegar a esta reportera los documentos correspondientes, en los que se hace constar la propiedad del inmueble en disputa, así como la denuncia que se levantó ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla, en contra del notario Arturo Alfonso López Sánchez.
Desde 2006 el inmueble fue donado a la persona ahora afectada y se dictó sentencia definitiva a su favor en 2007. El inmueble desde entonces estaba libre de todo adeudo, y se ordenó hacer las anotaciones respectivas ante el Registro Público de la Propiedad.
Sin embargo, en 2009 el expropietario del inmueble lo hipotecó y ahora en 2011 intenta enajenarlo a titulo oneroso, pese a que ya no le pertenece y no puede disponer de él.
Para esto último, el expropietario (que también fue denunciado por fraude específico) ha contado con el apoyo del notario de Tepeaca, a sabiendas que se contraviene la ley en todos los aspectos, y ha hecho aparecer documentos de otra supuesta hipoteca de 2005 (previa a la donación y previa a la hipoteca de 2009) con lo que pretende hacer creer a la autoridad que había un adeudo; además “apareció” una nota de presentación sobre una recién pretendida operación de compra-venta del inmueble entre el exdueño y un tercero.
La tenencia del inmueble ha sido comprobada por la persona ahora afectada y también ha señalado que en ningún momento la ha puesto en venta.
En caso de seguir tales acciones -principalmente la simulada operación de venta- respaldadas por el actuar del Notario Dos de Tepeaca resultaría un fraude específico y/o despojo en perjuicio de la persona denunciante y dueña del inmueble.
La denuncia y su respectiva ampliación fue levantada ante la PGJ por la parte afectada, pero por lo visto al notario López Sánchez y a su cliente (el exdueño del inmueble) parece no importarles.
Habrá que ver cómo proceden en este asunto la PGJ, la Dirección General de Asuntos Registrales y Notariales (dependiente de la Secretaría General de Gobierno) y/o el Colegio de Notarios para acabar con la corrupción y, sobre todo, con el grave problema fraude y despojo de inmuebles en Puebla.
Deficiencias en IMSS-Margarita
No estaría mal que el delegado del IMSS, Francisco Fraile, se diera una vuelta por el Hospital General de Zona Nº 20 La Margarita, para que verifique el maltrato del que son objeto familiares y pacientes por parte de algunos médicos y administrativos, además que autorice una dotación de artículos de limpieza y desinfectantes para acabar con la plaga de “chinches” que hay en el nosocomio.
Unos derechohabientes hicieron saber a esta reportera que durante los días que estuvo hospitalizado su familiar en La Margarita tuvieron que lidiar con los malos tratos del personal y también con “chinches”.
En el Hospital General de Zona Nº 20 La Margarita, de Segundo Nivel de Atención Médica, el trato que se da a familiares y pacientes deja mucho que desear, tanto en lo humano como en lo médico. Las horas de espera son eternas para quienes presentan cuadros graves o leves, no importa si son niños o adultos.
Pese a la gravedad que algunas personas presentan cuando acuden al área de emergencias simplemente se les da un calmante y se le envía de regreso a casa.
A menos claro que los familiares exijan y discutan, literalmente, con los médicos para que reciban a su enfermo, que al final resulta que sí está grave y permanece internado varios días.
Aunado a ello, ya en piso al encargado de distribuir los alimentos se le “olvida” a cuáles pacientes debe atender, pese a que le es entregada una cantidad determinada de charolas con su respectiva guía. Y se molesta si se le pide la comida del enfermo.
Por otra parte, la falta de asepsia en el hospital ha dado paso a chinches. Los bichos picaron a algunos enfermos como a las personas que las cuidaban.
Es obvio que no basta con cambiar la ropa de cama, sino que es necesaria una limpieza a fondo en todas las áreas del hospital.
La falta de asepsia puede propiciar que se compliquen algunos casos de las personas internadas, y luego salgan con que no es responsabilidad del hospital.
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