07-05-2024 06:01:33 PM

Reforma política presidencial, ¿social o partidaria?

1.- La primera reforma política Social mexicana se alcanza cuando España reconoce nuestra independencia.   Fue social, por que implicó la creación de una nueva estructura económica, religiosa, cultural, y de reconocimientos étnicos.

2.- La segunda reforma política Social mexicana se alcanza  con el debido cumplimiento  a las Leyes de Reforma, llámense:  De Comonfort o de Juárez.

3.- Los estudiosos de todo el mundo occidental e incluso chinos y rusos, admiten y preconizan que la Revolución Mexicana fue la primera en el mundo entero en el siglo pasado cuyos alcances Sociales permitieron hasta 1984 un desarrollo democrático de bienestar social.

4.- Hoy Pemex aporta el 40% del ingreso nacional.   La expropiación Cardenista se volvió Reforma Social.

5.- A partir  de López Mateos todas las reformas políticas son partidarias.  Todas y cada una de ellas sólo tienden a engrandecer  a los partidos políticos, para disminuir la presión de una incipiente opinión pública, la cual a estas alturas (2011-Siglo XXI), aún no entiende que sólamente ejercemos una democracia electoral, donde el poder presidencial, el de los gobernadores, presidentes municipales, senadores, y diputados federales y locales, patrimonializan  sus altas representaciones según sus criterios personales y en algunas ocasiones los de los favoritos que los acompañan en forma de camarillas.

6.- El actual Señor Presidente de la República ha enviado su propuesta  de reforma política, deseable es que fuese social y no partidaria, desafortunadamente está dedicada exclusivamente a transformar en parte la cuestión electoral y en una pequeñísima  proporción a lo social.    Lo que presenta son las propuestas que por décadas la izquierda nacional, ha exigido:

a).- Destitución inmediata de cualquier mandatario del rango que sea por deshonestidad (corrupción rampante),  incompetencia, ineptitud o taras mentales que afecten sus labores.

b).-  Segunda vuelta electoral.

c).- Uso del referéndum y del plebiscito para definir políticas a seguir por los gobiernos.

d).- Reelección de presidentes municipales llamados comúnmente alcaldes.

e).- Se quedan en el tintero las reformas urgentes que se necesitan para transformar a la política partidaria-electoral en política social, donde los valores de honradez, lealtad, fidelidad, compromiso social,  y cumplimiento de la palabra empeñada deberían florecer:

R.U.1.-  Aniquilamiento del chapulinismo en encargos administrativos y legislativos.   Propuesta:  Que cualquier nacional que haya obtenido un encargo en elecciones, desempeñe sus labores en forma honesta, productiva (que sea eficaz y eficiente), y que la cumpla hasta el último día del mandato por el cual compitió electoralmente.   En estos momentos en todo el país  todos los partidos impulsan el chapulinismo lanzando a un alcalde con permiso a una diputación local.   A un diputado local lo convierten en candidato a diputado electoral.  A un diputado federal lo lanzan como candidato a senador.   E invariablemente los senadores en funciones piden permiso en sus labores, para pelear una gubernatura; rompiendo todos el orden racional de las cosas, lanzando humillaciones y bofetadas a un electorado apático e indefenso.

R.U.2.- La traición, la deslealtad la deserción, la infidelidad, y el chaqueterismo, son prácticas comunes en todos los seres humanos y las ejecutamos en el momento que creemos conveniente para nuestros fines e intereses.   Si en los conclaves de alta moralidad, fundamentada a la vez en los inventores de la Ética cambian de chaqueta en los conclaves, ¿Qué podemos esperar de un hombre de negocios, un  ingeniero, o un profesor de aldea?, cuando de ejercer los valores  del cumplimiento  están a prueba.

R.U.3.- El alto costo económico de los organismos electorales, debe disminuirse, para dedicarlo a exaltar las actividades productivas de productos, bienes y servicios;  necesario es que se legisle de tal forma que la sociedad en pleno y a título gratuito vaya asumiendo con la debida madurez los encargos para convocar, colegiar, efectuar, y calificar elecciones.    De no lograr esto seguiremos derrochando  el tesoro nacional.   Salvo su opinión.

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