Finalmente y luego de muchas décadas, un partido ?o Alianza de partidos- diferente al PRI gobernará el Estado de Puebla. La alternancia arribó de manera contundente y un poco inesperada para no pocos (pocos realmente imaginaban, incluidos los propios candidatos vencedores, que ganarían por tal cantidad de votos de diferencia).
La pregunta es si la alternancia también traerá aires de transición. Si, de cambio, de transformación de nuestro Estado y principales Municipios. En 2000 triunfó el PAN con Vicente Fox a la cabeza. Mucho se habló de transición mexicana. Aunque con el paso de una década lo que hemos presenciado es cambio de partido en el poder? aunque una transición no totalmente acabada.
Estos son algunos de los rasgos de nuestra esperada alternancia? que está en espera de ser transición.
1.- Tuvieron que pasar 80 años para que el PRI fuera derrotado en Puebla. Y tuvo que ser con una alianza de partidos. Los panistas deben poner los pies en la tierra y aceptar que ellos solos no ganaron la Gubernatura ni los principales Municipios. Tuvo que venir un candidato que no provenía de sus filas originalmente para que, unido a otros tres partidos, venciera al PRI. Es evidente que Rafael Moreno Valle logró lo que ningún otro candidato del PAN había logrado: Entusiasmar a panistas y antipriístas de que se podía ganar. Y lo logró. Nadie le puede quitar ese mérito.
2.- El PRI fue derrotado, sí, aunque no murió del todo. Obtuvo poco más de 800 mil votos en el Estado y más de 200 mil en la capital. Su voto duro sí salió a sufragar, pero fue insuficiente para poder con los votos opositores, que se lograron de mil maneras (compra de votos, compra de priístas, convencimiento ciudadanos, despertar antipriísta, etc.), pero fueron más que suficientes. El PRI todavía gobernará poco menos de 100 Municipios, aunque perdió la mayoría de los más grandes e importantes. Tendrá 12 Diputados de mayoría y unos cinco o seis más por representación proporcional.
Si se sabe reorganizar y no se acaban con sus pleitos lo que queda del tricolor, el PRI puede resurgir ante unas malas gestiones municipales aliancistas y estar de regreso en tres años en no pocas Alcaldías. Si sus divisiones y rencores permanecen, pasarán muchos años antes de que el PRI regrese al poder en Puebla.
3.- Los grandes gananciosos de la elección fueron los partidos pequeños. La chiquillada, que por sí sola no hubiera ganado absolutamente nada. Ahora tendrán regidores, diputados, presidentes municipales y hasta alguna Secretaría. Cuando comience el nuevo gobierno también veremos si la alianza solamente fue electoral o existirá una verdadera autoridad de coalición y un Congreso donde los diputados aliancistas voten unidos? o las diferencias ideológicas serán más grandes que el deseo que los llevó al triunfo.
Ahí el reto será para Rafael Moreno Valle, quien fue el artífice de la megacoalición, guiarlos a un gobierno de acuerdos y sacar adelante los muchos compromisos de campaña.
4.- Durante la campaña se evidenciaron algunas diferencias entre el hoy Gobernador electo y el hoy Alcalde capitalino electo. Veremos si durante los próximos tres años de convivencia gobiernan con acuerdos y proyectos benéficos para la capital? o las diferencias prevalecieron. Ya hemos vivido los poblanos ese tipo de casos, en los que el Gobernador trae muchos problemas con el Alcalde de la capital? aunque sean del mismo partido (o alianza que en este caso los llevó al poder)? y la verdad nadie desea eso.
5.- Nadie se acuerda hoy pero, la autoridad electoral en Puebla cumplió y queda con el prestigio de haber desarrollado un proceso electoral que culminó con el reconocimiento del ganador sin ningún problema. Nadie puede escatimarle eso hoy al actual Consejo General del Instituto Electoral del Estado y a su Presidente. ¿Seguirán los ataques de algunos feroces críticos internos del Consejero Presidente ahora que ha ganado el PAN y sus aliados y todo se ha reconocido? Seguramente no.
6.- La batalla por la sucesión presidencial ha comenzado ya y los resultados de las elecciones que acaban de terminar eran un importante preámbulo para aquel proceso nacional. El PRI ganó 9 de 12 Gubernaturas. El PAN y su alianza con PRD ganaron en
3, pero el PAN por sí solo pierde Aguascalientes (que había retenido por dos administraciones) y Tlaxcala. Y el PRD pierde uno de sus bastiones, Zacatecas.
Estos resultados configuran un escenario muy interesante para el 2012.
El PRI se coloca, aún con sus tres importantes derrotas, como el partido mejor posicionado para regresar a Los Pinos. Si Enrique Peña Nieto logra ganar las elecciones en su Estado (Edomex) el año que viene, puede colocarse definitivamente en la antesala de ser él el candidato presidencial del PRI y con ello el candidato a vencer. Pero si pierde, puede irse despidiendo de la candidatura presidencial para dejársela a un Manlio Fabio Beltrones o Beatriz Paredes. Pero con cualquiera de esos dos personajes, el PRI tiene más probabilidades de perder que de ganar.
Habría que ver entonces si PAN y PRD decidirían ir juntos a ese proceso (ya han anunciado que en Edomex sí irán juntos). Si así fuera, tendría que ser con un candidato totalmente ajeno a uno y otro partido y con un prestigio ciudadano inobjetable. Y ese personaje no podría ser otro que el ex Rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, a quien han cuidado mucho para que no sea blanco de ningún ataque. Veríamos entonces si se enfrentara a Peña Nieto o a Beltrones o Paredes. En cualquier caso el ex Rector tiene muchas probabilidades de ganar.
Pero si PAN y PRD (y partidos de izquierda) fueran cada uno por su lado a la elección presidencial, entonces la contienda se desarrollaría de otra manera. En el PAN no hay nadie verdaderamente destacado (a Josefina Vázquez Mota mejor la candidatean par la gubernatura de Edomex; Alonso Lujambio podría ser, aunque también quiere la candidatura presidencial alguien del Yunque como algún Gobernador actual? Felipe Calderón quizás promueva a Ernesto Cordero) para hacer frente a un personaje como Peña Nieto del PRI o un Marcelo Ebrard por el PRD. Y si a ello sumamos a Andrés Manuel López Obrador por el PT y quizás Convergencia? entonces sí que se fragmentaría el voto ciudadano y quien ganara lo haría por muy pocos puntos.
7.- En este escenario nacional será interesante ver a quién apoya Elba Esther Gordillo, la gran ganadora de 2010 (ganó con el PRI en 8 Estados y con el PAN en 3? solo pierde en Veracruz). Si apoya al PAN, el candidato tendría que ser alguien como Alonso Lujambio, su amigo y protegido. Si apoya al PRD se la jugaría con Marcelo Ebrard, su amigo y aliado. Si se la juega con el PRI apoyará sin dudarlo a Enrique Peña Nieto, su amigo y cómplice en el tricolor. Por eso mismo, y dada su evidente y jamás negada cercanía con la profesora, habría que ver a quién apoyaría el Gobernador Rafael Moreno Valle, quien es amigo también, por cierto, de todos ellos.
8.- ¿Y la ciudadanía? Pues esperando a que algún día se haga realidad el que podamos votar por candidaturas ciudadanas y no las impuestas por los partidos políticos, que siguen ostentando el poder en nuestro país.
9. Y en Puebla? ¿Verdadera transición o solo alternancia? Ya lo estaremos viendo.