Como ayer platicábamos aquí mismo, el diagnóstico del Partido Acción Nacional en Puebla tampoco es muy halagüeño: Adolece de varios síntomas que pueden desencadenarle un severo síndrome de derrotitis aguda.
Vamos, en el PAN se pensaba hasta hace unos meses que el seguro candidato a la Gubernatura sería el Senador Rafael Moreno Valle, por ser el mejor posicionado en todas las encuestas (entre los aspirantes panistas). Pero, como siempre, las cosas no son tan sencillas en el blanquiazul. Se comprueba año tras año que es más difícil la contienda interna que la elección constitucional de hecho.
Hay al momento varias señales de que el proceso interno panista se complicará lo suficiente como para prever trágicas derrotas.
Veamos.
Para el momento actual, el PAN no lleva la delantera en cuanto a preferencias electorales. En el Estado se encuentra abajo del PRI entre quince y dieciocho puntos porcentuales. Y en la capital la desventaja aumenta, para colocarse a veces más de veinte puntos por debajo del tricolor.
Una situación realmente preocupante, para cualquiera que quiera disputar cargos de elección popular en el próximo proceso de 2010. La marca no ayuda, y al momento actual por el contrario, perjudica aún al mejor de sus precandidatos.
¿Cómo y con qué discurso convencer a una ciudadanía harta de la situación económica nacional y de la que culpan al actual gobierno federal de extracción panista? Porque aunque los blanquiazules se empeñen diariamente en negar la difícil situación actual, es un hecho –nuestras encuestas lo demuestran cada quincena- que la gente común y corriente no se traga la versión y sigue calificando muy mal (reprobando) a la gestión de Felipe Calderón.
El PAN, pues, está en una auténtica “ola descendente” en cuanto a preferencias electorales en todo el país, Puebla incluido.
Pero eso no es lo peor.
No. El verdadero problema para Acción Nacional en Puebla es, como ya dijimos, su proceso interno para elegir candidato al Gobierno estatal.
Efectivamente, Rafael Moreno Valle es el precandidato panista mejor posicionado en nuestras encuestas… pero habrá que medir próximamente si eso sigue siendo cierto. Porque la señora Ana Teresa Aranda sí está moviéndose en el Estado y no ha hecho una campaña publicitaria formal… y aún con eso sigue siendo la segunda panista mejor recordada por la opinión pública. Yo no la descartaría tan fácilmente.
El caso del también Senador Humberto Aguilar Coronado es un poco distinto. Es cierto que no estaba muy bien posicionado en la opinión pública hasta hace algunas semanas, pero su última campaña con motivo de su tercer informe ha sido agresiva y de amplia cobertura. Habrá que medir, pues, si el famoso Tigre sí logró su objetivo de colocar su nombre en la mente de los ciudadanos.
Y las cosas no serían muy distintas hasta aquí, comparadas con lo que ocurría hace unas semanas. Pero ha entrado una nueva variable. Dolor de cabeza le dirán algunos.
El ex Alcalde Luis Paredes ha regresado y también trae una fuerte campaña de reposicionamiento con el pretexto de la publicación de su libro contra el Yunque (que está teniendo bastante éxito en ventas, por cierto). No se sabe si va a pelear alguna posible candidatura… pero lo que sí es un hecho es que sea quien fuere el abanderado panista, tendrá que negociar con él y su grupo de panistas que anhelan triunfos, para un eventual apoyo en la precampaña y campaña. De lo contrario, reitero: Habrá fuertes dolores de cabeza.
Pero lo más importante: Una campaña con el apoyo y ocurrencias de Luis Paredes puede significar un acierto y con ello lograr la victoria. Sin él, o lo peor, con él en contra, las cosas pueden ser exactamente al revés.
En fin. ¿Verdad que la sucesión también ya se complicó en el PAN? ¿Verdad que así como están las cosas ya nada es seguro?
Ese es el problema de cantar candidaturas con tanta anticipación.
Pero ni en el PRI ni en el PAN entienden.
Nosotros, por lo pronto, seguimos haciendo encuestas. Ni modo. A eso nos dedicamos.
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