Por Jesús Manuel Hernández
Nadie puede negar que las estrategias del Presidente López Obrador tienen un común denominador, levantar el voto a favor de MORENA y quienes resulten ser sus aliados en el 2021.
Las giras, las detenciones de García Luna, Duarte y el regreso de Lozoya, el jaque constante a Felipe Calderón, y el acercamiento de las jugadas en contra de Peña Nieto, buscan coronar su premisa de combate a la corrupción.
Además, bien le han servido para tapar algunos errores, como las divisiones al interior del gabinete, las renuncias con argumentos de Germán Martínez al IMSS, de Carlos Urzúa a Hacienda y la más reciente de Jiménez Espriú a SCT, toman nuevamente presencia y se ponen en valor luego de las filtraciones de grabaciones del titular de Semarnat Víctor Toledo arremetiendo duro y a la cabeza al principal problema de la 4T.
La oposición se ha organizado para fomentar movimientos ciudadanos en contra del Presidente, con poco éxito. Los partidos políticos también intentan agruparse en contra a través de las posturas de los gobernadores que no se ajustan a los criterios de López-Gatell respecto a cómo se lleva el tema del coronavirus.
La comunidad científica, principalmente la agrupada en la UNAM se ha volcado con informaciones de primera mano sobre los gravísimos errores del gobierno en cómo hacerle frente a la pandemia, además, dice el subsecretario que “heredó un sistema anacrónico”.
La doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, a media semana dijo que la realidad superó los pronósticos del gobierno, pero no la de los matemáticos serios que en febrero de este año habían estimado un escenario muy grave para México, se trata de la crónica de una catástrofe anunciada, dijo, y aún no termina, estamos en ascenso y según los expertos en matemáticas podrían registrarse más de 120 mil muertos en noviembre de este año, según le declaró a Pepe Cárdenas el jueves.
Organismos internacionales tienen la mira puesta en el crecimiento sin control de contagios y muertes. Y paradójicamente el Presidente López Obrador y Hugo López-Gatell “tienen otra información”.
Todo el escenario está creando un complicado caldo de cultivo para el proceso electoral del 2021 donde habrán de renovarse gubernaturas, presidencias municipales, diputaciones locales, y lo más importante, la Cámara de Diputados, el poder que está llamado a ser el equilibrio con el Ejecutivo.
Un escenario complicado, al que se agregan los vectores de la economía, la falta de liquidez, el desempleo, el cierre de negocios, el crecimiento de las deudas personales, la inseguridad; todo ello bien podría resumirse en la insatisfacción ciudadana respecto a la forma de gobernar de López Obrador.
Si México llega a fin de año a estas cifras resulta obvio que quienes se han visto afectados, ya sea por muertes, contagios, desempleo, pobreza, deudas, hambre, inseguridad, etcétera, no verán a MORENA como elegible en las boletas del 2021.
O por lo menos, así me lo parece.