Por Jesús Manuel Hernández
El escenario político para el 2021, recuerda el aparecido cuando la sucesión de gobierno en 2010, el Partido Acción Nacional tenía preferencias electorales, pero no le alcanzaba para ganar. En ese entonces se formaron dos corrientes, una a favor de aceptar las alianzas con los enemigos eternos, la otra, que más valía ir solos y no dejarse cooptar por el morenovallismo.
Al final se impuso la alianza con Rafael a la cabeza y gracias a la estrategia de Fernando Manzanilla, pieza clave en la tarea de abonar a favor de que todos juntos podrían ganar y el partido solo, estaba condenado al fracaso.
Valiosos colaboracionistas a la idea salieron de un sector de la derecha poblana y económica, quienes acabaron por ser obedientes al dinero de Rafael y solo consiguieron en aquel momento la Presidencia Municipal de Puebla para Eduardo Rivera y algunas posiciones en el gabinete, Pablito Rodríguez Regordosa entre otras.
Hoy día, MORENA gobierna 11 de los 18 municipios de la zona conurbada a la capital, el resto está en manos de PRI y PAN, pero los blanquiazules tienen enorme presencia, pese a las divisiones internas y la lucha por el poder.
Sin embargo, los activos del panismo local no le alcanzan para ganar el proceso con un candidato propio. De ahí que la aún presidenta Genoveva Huerta empieza un escarceo a favor de buscar a un candidato o candidata, externos, y con ello repetir el escenario del 2010; al PAN por sí solo no le alcanza para ganar y para derrotar a Barbosa en la capital y zona conurbada necesita hacer alianzas con otros partidos y con movimientos ciudadanos.
Es en este escenario donde la panista ha manoseado en exceso el primer tiempo de la contienda interna y abierto muchas puertas en una especie de “casting” para ver quién recibe más “likes” y en deterioro del oficio político.
Un PAN desunido al interior es el primer enemigo a vencer y eso lo saben perfectamente los estrategas del pasado y del presente.
Luego entonces, hay líderes que empiezan a fomentar las reuniones privadas para explicar el escenario, plantear las posibles soluciones y buscar adeptos a una idea común, donde no importa que el candidato o candidata sean del PAN, sino que permitan generar la suma de votos de varias partes y con ello ganar.
Un factor no considerado por muchos hasta ahora es la fuerza de Antorcha Campesina, que, si bien tiene sus propios intereses, sus objetivos definidos, es quizá el grupo organizado más representativo contra la 4T local y nacional, tienen dinero, gente, experiencia en la movilización de masas y seguramente estarán buscando dónde sumarse.
O por lo menos, así me lo parece.
