Aún cuando en las últimas dos semanas –justo después de la elección del 5 de julio- se ha insistido en que prácticamente ya hay candidatos a la Gubernatura en los dos principales partidos en Puebla, la verdad de las cosas es que –siendo fríos- creo que no hay nada definitivo aún.
Efectivamente, en el PRI existe la certeza de que el precandidato favorito del Gobernador es Javier López Zavala. Pero ya hemos mencionado algunas variables que se tienen que cumplir para que a su vez, el deseo de Mario Marín se cumpla.
Y la más importante de todas (dejemos lo de la posible operación nacional de algunos de los otros precandidatos, o que el titular de Sedesol no sea poblano… eso es lo de menos), es la proyección definitiva de López Zavala en el ánimo popular.
En las últimas mediciones que hemos realizado nosotros (el BEAP, naturalmente), el favorito del Gobernador no es el mejor posicionado. Hay al menos tres o cuatro personajes por encima de él. Ciertamente dichos ejercicios demoscópicos no son posteriores a la elección federal. Probablemente ya hayan cambiado las cosas. Pero creo que eso mismo saben en los altos ambientes de poder en Puebla.
Creo honestamente que si López Zavala salva ese pequeño detalle, será el candidato tricolor el año entrante.
Aunque eso no quiere decir que sea el próximo Gobernador, también hay que aclararlo. El PRI como partido tiene hoy una muy cómoda ventaja sobre el PAN en todo el Estado, es cierto. Pero quién sabe cómo se comporten los electores si el candidato no los convence. Vamos, hay que medir la preferencia de partido, junto con el candidato definitivo, a ver si se comporta igual.
Aún son hipótesis. Pero las vamos a ir comprobando.
Y en el caso del PAN las cosas son similares.
Efectivamente, el precandidato que más ha atraído los reflectores de un año para acá es Rafael Moreno Valle. Nadie le quita el mérito de haber estado trabajando su candidatura desde hace mucho tiempo en el interior del Estado en mucho Comités blanquiazules.
Es cierto también que es el precandidato azul mejor posicionado en las mediciones. Pero, al contrario de lo que ocurre en el PRI… eso no le garantiza al 100 % ser el candidato a Gobernador por su ahora partido.
Vaya, mientras que en el PRI suspirarían porque su candidato favorito tuviera un excelente posicionamiento en las encuestas, en el PAN su mejor precandidato lo tiene… pero eso no le garantiza nada.
Por desgracia para los panistas… en su partido no se razona así.
Y aunque muchos dan por hecho que el Senador gane la nominación, yo lo que observé este fin de semana es que no la tiene muy segura que digamos.
Su famosa fiesta de cumpleaños, que se diseñó para ser ya el destape definitivo de sus aspiraciones, no contó con presencias importantes que avalaran ya que él es el ungido.
Puro panista de medio pelo para abajo. Ningún liderazgo nacional importante (vaya, Federico Döring no lo es ni con mucho). Pero lo peor, vacío de figuras estatales que realmente muevan. Ni Lalo Rivera, ni Pablo Rodríguez Regordosa, ni Angel Alonso ni Toño Sánchez Díaz de Rivera, ni Bernardo Arrubarrena (que se salva por lo de su asalto). Naturalmente, ni Humberto Aguilar Coronado, ni Ana Teresa Aranda, ni Jorge Ocejo. Vaya, ni Paco Fraile o Augusta Díaz de Rivera. ¿César Nava?, ¿Héctor Larios?, ¿Gustavo Madero? ni soñando.
Y el mensaje de que no acudiera Elba Esther Gordillo tampoco fue bueno. Claro, se quería deslindar a una figura tan criticada por los verdaderos panistas a quienes estaba dirigida la fiesta… pero el mensaje fue que ya no lo apoya demasiado.
Digo, que Rafael Micalco estuviera ahí ya no impresiona a nadie (pero a nadie) y que Poncho Bello le levantara la mano con un gallo… dice todo del famoso destape. Honestamente, con eso no le alcanza aún para ser el nominado definitivo del blanquiazul.
Y aún con todo, desde luego que el Senador tiene muchas posibilidades de ser el candidato del PAN. Pero creo que escogió mal momento para hacer gala de su afanes destapatorios.
Los líderes panistas nacionales están ahorita enfrascados en la lucha por el liderazgo del CEN. Y los líderes yunquistas también.
Reitero lo que decía hace unos días: De cómo se resuelva esa pugna, resultará en gran medida la nominación para Puebla. Moreno Valle tiene amplias posibilidades, repito. Pero tanto Humberto Aguilar como Ana Teresa Aranda no pueden ser aún descartados. Créanmelo. Se siguen moviendo… y mucho.
Así pues, habrá que esperar aún algún tiempo para cantar candidatos definitivos tanto en el PRI como en el PAN. En serio… puede haber muchas sorpresas aún.
LA NOTA AL PIE
Les informo atentamente a los cuatro masoquistas que a veces leen esta columna, que nos tomamos un breve receso. Pronto estaremos por aquí nuevamente.