Por Jesús Manuel Hernández
El tema de la violencia derivada de la inseguridad y la lucha por el territorio en la entidad poblana se ha ido a la cabeza de los riesgos que enfrentará el próximo gobierno. Un porcentaje elevado de este problema es derivado de la ausencia de políticas públicas en los últimos años para dar prioridad a la prevención.
A la ola de asaltos en el transporte público le ha opacado el crecimiento de los ajustes de cuentas derivados del crimen organizado, llámese huachicol, narcomenudeo o trata de personas.
El tema ha superado la capacidad de las autoridades municipales, según reconoció hace poco la Presidenta Municipal; los sectores de prestación de servicios empiezan a padecer el clima de inseguridad.
Lo que antes era un punto de prestigio, la seguridad en Puebla, ahora se compara con el índice de delincuencia de Baja California. De las entidades donde habrá elecciones en junio, Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, Puebla ocupa el segundo lugar homicidios.
Hace unos días el sector hotelero de la ciudad tuvo una reunión privada, hay alarma entre los prestadores de servicios turísticos, la ocupación se ha situado en un promedio del 30 por ciento en las últimas semanas. Algunos aducen que la presencia de plataformas de alquiler ajenas a los hoteles les ha minado la venta, otros, que la sobreoferta ya es un problema, antes había déficit de habitaciones, ahora parece que sobran.
Y entonces los hoteleros discuten que el problema es el aumento de inversiones en hotelería derivado de una de las formas de “lavado de dinero” y Puebla es ideal para ello.
Total, que la imagen de seguridad presumida por los gobiernos de Manuel Bartlett, Melquíades Morales, Mario Marín, hoy es un asunto que aleja inversiones y visitantes.
El pasado sábado al medio día los clientes de un café en el Portal Hidalgo fueron testigos de la persecución de un delincuente por un grupo de albañiles luego de un asalto, lograron detenerlo, lo golpearon con un martillo en la cabeza, llegó después la policía y el individuo fue detenido. Los hechos, de la golpiza fueron en las puertas del Archivo Municipal en el pasaje del Ayuntamiento, a unos metros de las oficinas de la Presidenta, a las 12 del día, cuando los turistas pasean.
La cantidad de eventos sucedidos más los hallazgos de fosas clandestinas, encajuelados, embolsados, desaparecidos, baleados, en toda la entidad, han dejado de ser noticia, ya es común, ya es normal, es, por decirlo así, un síntoma de las malas gestiones del pasado.
O por lo menos, así me lo parece.
