19-04-2025 07:43:40 AM

Analisis panista desde dentro

No cabe duda que la espantosa derrota del 5 de julio ha puesto a pensar a más de uno en el PAN poblano. Les quiero reproducir lo que me envía un panista, anónimo pero perfectamente informado, que analiza la salida de Germán Martínez y sus repercusiones en Puebla.
Es la otra versión. La que mira a un Martínez Cázares como víctima de la nefasta operación del Yunque.

 Hace unos días publiqué aquí mismo la versión opuesta. La que, sin dejar de responsabilizar a los orates del Yunque, tampoco se la resta al peleonero de Germán.
 El resultado de este cocktel fue la estrepitosa caída de un partido que así como está hoy, ha desilusionado mucho a los electores.

 Aquí está lo que dice otro sector de panistas “antiyunques”. Usted tiene la mejor opinión.
 Eso sí: En el PAN Se acerca un choque de antología. Acuérdense. 

(Como siempre, aclaro que solo publico colaboraciones bien redactadas y que no son enviadas a otros veinte…)

“Inmolación y responsabilidad…”
“Martínez Cázares asumiendo su responsabilidad en la derrota, se inmola, sin embargo es evidente que los responsables son muchos más que Germán…

“Perder 60 curules en San Lázaro, no ganar un solo distrito en 14 estados de la República (Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán) y ser derrotados en cinco de seis gubernaturas, no era para menos.

  “Pero… ¿Qué pasó en Querétaro?   ¿Y en Guanajuato, Jalisco y Morelos? 

  “Ahí no sólo no mandaba Germán, sino que -como en Puebla y en el corredor azul mexiquense- otorgó plena autonomía a las dirigencias locales, y desde luego a los gobernadores de aquellas entidades, quienes son los principales responsables de lo que ahí sucedió y cuyo factor común lo es el Yunque…

  “Nadie ha comentado que en las entidades con gobernador panista no yunquista, los resultados fueron muy favorables: En Aguascalientes se ganaron dos de tres distritos, en San Luis cinco de siete, y en Baja California y Tlaxcala el PAN tuvo carro completo con 8 de 8 y 3 de 3 respectivamente. Es algo que tiene fondo. 

  “Germán hizo un enorme esfuerzo de apertura e inclusión, cuando empeñando su propia autoridad y prestigio, designa desde el CEN a los candidatos que previamente le fueron señalados por las dirigencias locales. Consideró que ese sería un factor clave para alcanzar la anhelada victoria electoral. 

  “El caso de Puebla ilustra bien esa situación, pues de los 16 candidatos, la única inducida desde el CEN fue Miriam Arabián, quien por cierto obtuvo los mejores resultados. Los otros tres por la capital, así como los de Atlixco y San Martín, son posiciones claramente yunquistas y en el resto del estado no se mermó autoridad a la dirigencia estatal. 

  “La conducción de la campaña estatal estuvo en manos de Eduardo Rivera, secundado por Rafael Moreno Valle, Humberto Aguilar Coronado, Pablo Rodríguez Regordosa, Bernardo Arrubarrena García, todos ellos supuestamente encabezados por Rafael Micalco, quien como todos sabemos sólo opera lo que le dicta el Yunque.

  “Este nuevo y estrepitoso fracaso, aunado a la inesperada renuncia del presidente nacional, coloca a las dirigencias locales en un brete… Si Germán tuvo la congruencia de renunciar ante los malos resultados ¿no debería Micalco hacer lo mismo? Él ha sido responsable ya, de dos vergonzantes derrotas.
  “¿Quién vendría a reemplazar a Micalco?

  “No nos quepa duda de que otro yunquista, quien igual que Micalco seguirá las directrices de la Organización, cuya capacidad de desarrollar y articular liderazgos para propiciar el cambio en el país, hace mucho que no sólo se agotó, sino que de algunos años a la fecha, se ha tornado en un valladar a quien sobresaliendo opaque a sus anodinos militantes. 

  “El PAN, tripulado por el Yunque, dejó de ser el partido que representaba el sentir de la gente más preocupada por el destino del país, la que con su pensamiento y acciones encabezaba a los cuerpos intermedios que se constituían en reductos de libertad ante un régimen autoritario. Ese tipo de personas hoy mejor emite voto nulo. 

  “Ahora el PAN congrega a personas muy alejadas de la sociedad, ocupadas tan sólo en aquello que afecta la marcha de los asuntos partidistas. El panista de hoy ya no influye en los organismos sociales ni genera opinión pública. Lo peor del caso es que ya son prácticamente iguales que los priistas de ayer. 

  “Y lo que vemos que les sucede aquí al PAN y al Yunque, se replica en todo el país, porque el fenómeno no es privativo de algunos malos elementos, sino que es ya la forma ordinaria de conducirse en la Organización y en el partido para -con el favor de los jefes- alcanzar alguna chambita, y mejor si es de plurinominal. 

  “Lo que ha sucedido deja ver que en el PAN no hay figuras que entusiasmen al electorado, que quienes aparecen como dirigentes y candidatos carecen de la fuerza que en un pasado no muy lejano fue capaz -con mucho menos recursos económicos- de derrotar a un régimen autoritario con 70 años en el poder.

  “El Yunque ya no nutre ni impulsa al partido como lo hizo en las dos últimas décadas del pasado siglo, sino que ahora lo corroe y lo somete a prácticas que siempre condenó. Desde hace algún tiempo, los legisladores y funcionarios panistas operan igual que sus contrapartes priistas.   
 
  “Es cierto que el Yunque perdió el control absoluto del PAN, pero también lo es que conservó muchos comités estatales e importantes posiciones. También es claro que para recuperar el control del CEN, ha apostado a esperar y propiciar que quien se los arrebató -el presidente Calderón- se debilite, lo que sin duda están consiguiendo.
 
  “Pero este fracaso, lejos de convenirles como otros, parece colmar la paciencia no ya de los panistas -y aún de los yunquistas- más inquietos, sino de la militancia toda, que puede ahora sí, echarlos del control del partido, justo cuando en lo nacional Manuel Espino arremete contra el calderonismo reprochándole las derrotas. 

  “Los relevos en las dirigencias municipal y estatal se han complicado. La autoridad de los jefes de la Organización y de los dirigentes del partido está en su más bajo nivel histórico. Sólo falta que emerja un liderazgo capaz de catalizar las inquietudes para que veamos una profunda conmoción al interior del PAN secundada por incontables militantes orgánicos. 

 “Al tiempo…”

 Hasta aquí el largo envío. Panistas… ¿qué opinan?

jriverp@yahoo.com
www.beap.com.mx

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