23-11-2024 01:11:21 AM

Ironías del 5 de julio: la resurrección del yunque

La terrible derrota del PAN el 5 de julio, además de convertir los próximos tres años de la gestión de Felipe Calderón en un auténtico infierno por tener que lidiar con una oposición agredida y vilipendiada en su momento, también ha revivido en toda su intensidad la abierta pugna entre el grupo calderonista antiyunque y justamente los miembros de esa entidad secreta de la ultraderecha denominada Organización Nacional del Yunque.

Y no es para menos. Los yunques le reclaman a Calderón y sus operadores (Germán Martínez en primerísimo lugar) que no supo o no pudo operar correctamente y haber perdido prácticamente el poder real, para cederlo a una oposición –repito- enojada por cómo fue tratada los últimos meses.

    Manuel Espino, uno de los operadores nacionales del Yunque más retrógrada, ahora se jacta de que “ellos” sí sabían ganar elecciones. Y Felipe Calderón y su grupo no solo no han ganado nada, sino que han perdido casi todo en tres años.

    Y ayer tocó el turno al expresidente Vicente Fox. En senda carta enviada a Jorge Fernández Menéndez, del periódico Excelsior, le aclara que él no es de ninguna manera como Felipe Calderón. Que él sí estuvo cercano al pueblo. Que él sí tuvo éxito en la economía. En resumen, que él sí pudo manejar correctamente el país y que el actual Presidente no.

    Si eso no es un rompimiento, que algún panista me explique qué es.

    Fox, sin ser un yunque original, sí se ligó con la Organización durante todo su mandato, a través de personajes como Ramón Martín Huerta, el mismo Santiago Creel y hasta su esposa Martha Sahagún y sus colaboradores cercanos, destacando Guillermo Velasco Arzac (uno de los líderes nacionales del Yunque).

    Y Calderón ha querido quitarles poder e influencia y de plano planeó siempre eliminarlos del control del partido. Obviamente, nunca ha podido. Los cuates están demasiado enquistados en las estructuras del PAN a nivel nacional y obviamente en el PAN estatal.

    Por eso, la salida de Germán Martínez de la presidencia panista no solo es un acto de “dignidad” como muchos han querido ver. Es la primera cabeza que pidió el Yunque a Calderón para ahora planear a quién imponer en la estrategia nacional partidista. Y Calderón se las dio (la cabeza de Germán, claro).

    Por ello los nombres que se barajan para suceder a Calderón. La mayoría son Yunques de prosapia. Y quieren retomar el control del partido que el calderonismo les había arrebatado. Viene una lucha verdaderamente de pronóstico reservado. En la que el Presidente lleva las de perder.

    Y en Puebla… ¿qué consecuencias tienen todos estos movimientos?

    Bueno. En primer lugar que tanto Rafael Micalco como Bernardo Arrubarrena tiene la chamba asegurada. Son yunquitos obedientes y uno de ellos de abolengo. No serán tocados por órdenes superiores. La estrategia nacional del yunque anticalderonista incluye defender todas las posiciones donde haya cuates obedientes. Por el momento, claro.

    Aunque hayan perdido todo. Aunque les hayan propinado la paliza de sus vidas.

    Desde luego, cuando las órdenes superiores sean que tienen que salir, saldrán sin chistar. Chamba tendrán en algún lugar (que cada vez hay menos… perdieron Querétaro, San Luis Potosí, Guadalajara, Zapopan, Cuernavaca, León… reductos en donde había muchos yunques poblanos, aunque usted no lo crea… pero bueno, siempre queda la UPAEP).

    A otro que puede cambiarle su destino es al Senador Humberto Aguilar Coronado. Fiel y obediente miembro de la Organización, ya se candidatea incluso para suceder a Germán Martínez. Puede y tiene extraordinarias relaciones con los yunques nacionales. Significaría la llegada de un yunque luchador y de mucha confianza para los dirigentes y jefes nacionales.

    Y eso también le cambiaría la vida al otro Senador. Con Beto Aguilar en la presidencia del CEN panista, es prácticamente imposible que permitiera la candidatura de Rafael Moreno Valle a la gubernatura poblana. Y si no fuera Aguilar Coronado y el que llegara fuera otro yunque nacional… lo que se fortalecería sería la figura del Tigre para ser el abanderado blanquiazul al gobierno de Puebla. Así de simple.

    Por supuesto y como siempre, no importaría perder la Gubernatura… siempre y cuando se conserve el Partido.

    Es el regreso de los ortodoxos. Es el retorno de los duros. No hay cabida para experimentos elbistas que sí le agradaban a Calderón y a Germán.

    Vendrán órdenes fulminantes muy pronto.

    Todo, pero todo cambió en una semana. Una rueda de la fortuna, dicen que es la política.

jriverp@yahoo.com
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