Por Alejandro Mondragón
Más de 120 millones de pesos se hallan facturados a la BUAP por parte de empresas fantasmas en el 2017, tan sólo en Farmacias Fleming, hoy subrogada a amigos del rector Alfonso Esparza, y el Hospital Universitario.
Desde hace más de una semana, los autores de la llamada Estafa Maestra, portal Animal Político, recibieron la información que exhibe el grado de infiltración de firmas fakes en compras de la BUAP.
El tema no tarda en reventar, porque incluso hay demandas legales debido a que se facturaron medicamentos que nunca se entregaron.
El tema de las firmas fantasmas es todo un cochinero, pues se trata de empresas que lo mismo facturaron a la universidad que al gobierno del estado, en el sexenio de Rafael Moreno Valle.
Les comparto algunos ejemplos de las irregularidades solapadas en la BUAP y que seguro una auditoría forense exhibiría el peor saqueo institucional.
Laboratorios Azteca facturó más de 50 millones en el 2017 para el Hospital Universitario. Negociazo.
Aparece también TAM equipos médicos y la compañía Medicus, que con sus servicios integrales de anestesia facturó más de 40 millones.
HEMOST en servicios de ortopedia se despachó con más de 20 millones.
El escándalo es mayúsculo con Servicio Médico Banrural, pues resulta que La Fleming le vendió más 11 millones en medicamentos.
Banrural no quiere pagar, porque todo apunta a que nunca entregaron el producto.
La corrupción de Farmacias Fleming ya está invadiendo al HUP con todas las empresas fantasmas.
Los responsables que responden directamente a Esparza son:
María de los Ángeles Benítez de Farmacias Fleming; Ricardo Madrazo, especialidad en facturas apócrifas de instituciones usando empresas y operaciones fakes.
http://madrazoconsultores.com/alianzas_estratégicas_sector_salud
Figura Carlos Carreño como vínculo entre La Fleming y HUP; y Marco Sherman, subadministrador del Hospital Universitario de Puebla, quien obliga a los doctores a usar las empresas fantasmas para facturar movimientos inexistentes.
ABOGADO ANTIMORENOVALLISTA
A Lucio Ramírez Luna, el abogado dolor de huevos para el morenovallista que metió los amparos contra la rueda en el CENHCH y estuvo en varios temas contra su gobierno, ya le dieron su premio en la BUAP.
Aparece en el Bufete Jurídico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, como titular del área de las materias de Amparo y Agrario.
No ha dejado de quejarse con sus becarios y practicantes del bajo salario y poco material que le da rectoría, pero Alfonso Esparza anda reclutando enemigos.
