Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Mientras el Gobernador Rafael Moreno Valle sigue dando periplos proselitistas por algún Estado del país –esta vez anduvo en Tabasco, enclave del lopezobradorismo- en “días inhábiles” y usando “sus propios recursos” como él mismo asegura, en Puebla capital los conflictos se resuelven a punta de balazos.
A dos años exactos de que ocurrieran los trágicos hechos de Chalchihuapan, donde murió asesinado un niño por los proyectiles (cilindros de gas lacrimógeno) lanzados torpemente por policías azuzados por sus mandos, y donde hubo decenas de heridos –algunos de ellos graves- también por el mimo motivo, ahora tocó al Centro Histórico de Puebla capital ser el escenario para que un enfrentamiento de un grupo contra la policía estatal, terminara en una balacera real.
No hay pretexto alguno. No hay argumentos estúpidos para negarlo. Las imágenes –fotos y videos- son perfectamente claros: Los policías SI abrieron fuego con pistolas (revólveres, escuadras) contra los grupos de ambulantes que se negaban a desalojar las calles del Centro de Puebla y que indignados protestaban porque les decomisaron toneladas de productos pirata.
Nadie justifica a los ambulantes. Efectivamente, sus organizaciones son mafias que se venden al mejor postor partidista, máxime cuando hay elecciones. Y obvio, ahorita están cobrando facturas por haber apoyado a Gali y su claque el pasado proceso electoral.
Lo que pasó el viernes al mediodía en las calles del Centro de Puebla es claramente consecuencia de lo anterior: Las mafias de ambulantes reclaman sus espacios por haber colaborado para el triunfo de la alianza morenovallista. A eso se dedican.
Pero ahora tienen su pago: El Alcalde Luis Banck, en el colmo de la incapacidad y desconocimiento total de lo que realmente significa gobernar la capital y su infinidad de problemas, manda a una bola de panzones policías que aterrorizados porque se les venían encima los ambulantes armados de palos, piedras, tubos y seguramente hasta armas, abrieron fuego con sus pistolas contra los conflictivos protestantes. Repito, ni cómo negarlo: Fotos, videos tomados a hurtadillas desde dentro de los negocios cerrados y desde luego testimonios de testigos presenciales (yo ya platique con algunos de ellos de negocios del Centro) dan fe de que los policías SI dispararon contra los ambulantes. Con pistolas, con balas de a deveras.
Ahora falta que Banck y sus incapaces policías digan que nunca dispararon o que eran “balas de goma”. Aunque después de la sesuda tesis de las cabezas de marrano de hace dos años, ya cualquier cosa podemos escuchar de los morenovallistas.
Ese es el Alcalde que tenemos (que nadie voto por él) y que ya se autopostula como próximo candidato a Gobernador. Un muchacho de buenas calificaciones en la escuela, hábil para el negocio de seguros y fianzas, pero con absoluto desconocimiento de Puebla y sus problemas. Un buen chico, pues, pero una nulidad como Alcalde.
Pero volviendo al tema principal. Es gravísimo lo que sigue ocurriendo en Puebla. Vaya, no digo que Banck haya ordenado personalmente abrir fuego contra los ambulantes. Pero sus Jefes policíacos siguen demostrando que son estúpidos, incapaces y que entre sus elementos no hay capacitación alguna. Y si hay elementos brutos, es que hay Jefes brutos que tienen superiores brutos, liderados desde un Ayuntamiento simplemente incapaz.
Pero no nos extrañe lo que ocurre. Los morenovallistas simplemente imitan a su Jefe máximo. Seguramente en reuniones privadas les ha gritado que aquí “¡nadie por encima de la Ley!” y que si es necesario el uso de la fuerza pública “¡adelante!”. Ya parece que lo oímos. Y si el Jefe es autoritario y furibundo… pues los subordinados repiten patrones y sabemos que también insultan a sus empleados y gritan y avientan celulares. Chamacos imitando al papá autoritario.
Y volviendo al tema para finalizar. Lo del viernes pudo haber terminado una vez más, en una tragedia de proporciones mayúsculas. Los policías SI dispararon contra los ambulantes, reitero. De milagro no hubo algún (os) muerto (os). Todos los comerciantes del Centro cerraron sus negocios. Había pánico.
Es el uso una vez más de la estúpida “Ley Bala”.
Nada cambia. Solo hay pausas en el estilo de gobernar. Quizás se pueda ocultar un tiempo, pero la naturaleza siempre prevalece.
Es el retorno del Góber Bala. Al fin ya pasaron las elecciones.
