Como ya es costumbre, inicia un nuevo proceso electoral –2009, federal en este caso- y también comenzará la eterna polémica sobre la difusión y credibilidad de los ejercicios de medición de la opinión pública, comúnmente denominados ya por el grueso de la gente como “encuestas”.
El fin de semana, de hecho, se reunieron representantes del Instituto Federal Electoral y miembros de la Asociación de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública (AMAI) para comenzar a diseñar una serie de reglas mínimas para garantizar la credibilidad en los estudios de opinión pre-electorales que pretendan difundirse por cualquier medio durante este proceso electoral por comenzar.
Y, como otras ocasiones, externo yo también mi muy humilde opinión al respecto.
En primer lugar, qué bueno que el IFE o cualquier autoridad electoral retome el tema de las encuestas electorales. Es evidente que ha habido un abuso con respecto a su difusión, pero sobre todo en aspectos de credibilidad o, desgraciadamente, manipulación flagrante.
Cada proceso vemos aparecer –y luego desaparecer- empresas o asociaciones “patito” que publican supuestas encuestas de muy dudosa credibilidad y procedencia, en las que milagrosamente va “ganando” un candidato o partido que en la realidad está muy por debajo de esas supuestas preferencias mayoritarias.
Desde luego, el tiempo pone a cada quien en su lugar. Cuando finalmente se confirma la derrota de aquel candidato o partido supuestamente ganador en aquellas encuestas milagrosas, todo mundo se da cuenta entonces de que hubo una manipulación dolosa de esos ejercicios. Y eso en el mejor de los casos, porque en la mayoría de ocasiones son trabajos que nunca existieron. Que los inventaron, pues.
Pero el problema no es solo para esa supuesta empresa que hizo una encuesta falsa, sino para todos los que sí nos dedicamos con seriedad a este trabajo, pues desprestigian a un quehacer científico que nada tiene que ver con improvisaciones.
Y es que sigue existiendo la terca creencia por parte de algunos políticos, de que difundiendo supuestas encuestas en las que van “arriba”, eso les ayudará a influir en mucha gente para que entonces efectivamente vote por ellos.
Nada más falso: He insistido mucho aquí mismo que eso no es cierto. Los datos publicados en encuestas solo son conocidos por unos cuantos pendientes de esos temas en los medios, pero muy pocas veces por el grueso de la población, que la verdad no está tan interesada en esas cuestiones.
Pero bueno, supongamos que sí podrían influir en muchos ciudadanos y que de ahí tomaran la decisión de votar por tal o cual partido. Creo que tampoco nos deberíamos desgarrar las vestiduras por ello. Cada quien es libre de votar por quien se le dé la gana y creer o no creer en cualquier cosa o tema que incida en su decisión electoral.
Y creo que ahí es donde se sigue exagerando por parte de las autoridades electorales, quienes cada año quieren inventar más reglamentaciones o requisitos para los que nos dedicamos a medir la opinión pública. Está bien que se quiera evitar la difusión de encuestas “patito”. Pero tampoco que cada proceso se excedan en tratar de controlar a las empresas que sí están establecidas, con infraestructura y con experiencia de años.
Sigo creyendo firmemente que la gente sabe a quién creerle o no. Repito, el tiempo siempre pone a cada quien en su lugar. Y de manera contundente.
Y en el caso de Puebla, los que nos dedicamos a la demoscopia desde hace tiempo, integramos desde 2007 la Asociación de Empresas e Instituciones de Investigación de Mercado y Opinión Pública de Oriente, A. C. (ADEI). En ella estamos “Opina”, de Rigoberto Benítez, “Indicadores”, de Elías Aguilar, el centro de estudios de opinión de “La Jornada de Oriente”, con Sergio Cortés encabezándolo desde hace muchos años, “MercaDíez”, de Martín Díez, y el “BEAP, S.C.”, de quien esto escribe.
La ADEI ha seguido trabajando y reuniéndose. Tenemos muchos objetivos y proyectos. Y cada uno de nosotros ha seguido laborando ininterrumpidamente en Puebla y muchos otros Estados en los que ha habido elecciones o bien trabajos de investigación de mercados, además de asesorías a gobiernos estatales y municipales. Algunos más nos han externado su intención de pertenecer a nuestra asociación, aunque primero tendrían que cumplir con no pocos requisitos.
Tenga usted la confianza de que los que estamos en el gremio mencionado, estamos comprometidos a realizar trabajos profesionales y de calidad. Cada uno con sus propias metodologías y técnicas. Cada quién trabajando para uno u otros partidos, candidatos o incluso para medios de comunicación específicamente. Y sobre todo, tenga la seguridad de que todos nosotros sí existimos. Conocen nuestras direcciones, teléfonos, integrantes.
Nosotros únicamente les vamos a dar los datos que resulten de las mediciones. Y ya cada quién tomará decisiones con ellos, los creerá o simplemente los desechará porque no vayan de acuerdo con sus simpatías, filias o fobias partidistas. Eso es lo más normal del mundo.
Aquí vamos una vez más.
Ufff!
