23-11-2024 12:57:29 AM

El infame suplicio de la verificación en Puebla

alpie01

La historia la conocemos todos.

Por un capricho morenovallista –y búsqueda de estupendo negocio- se cerraron todos los Verificentros que existían desde tiempos de Melquíades Morales. No dudo que alguno de ellos fuera foco de trampas o corruptelas. Pero NO lo eran todos. Yo cada año llevaba mis vehículos y de mi empresa al Verificentro de los señores Ono en la 25 poniente. Magnífica atención y serios como buenos japoneses. Panistas por convicción, por cierto. Hoy rabiosos antimorenovallistas.

¿Tenían que clausurar Verificentros honestos como el de los Ono? Para Moreno Valle y su claque sí. Había que cerrar todos para entregárselos a amigos o socios de otros lugares. Del D.F. fundamentalmente, donde por cierto algunos de ellos ya han sido sorprendidos en corruptelas. Pero aquí son amigos –o socios- de funcionarios estatales.

Imagínese el negocio redondo: Todos, todos tenemos que verificar. Y si hay solo dos o tres nuevos Verificentros (payasada de nuevo nombre “Centros de Compromiso Ambiental”) pues mejor: Miles y miles tendremos que pagar la cuota… y la comisión para los proyectos políticos estatales.

Bueno, pues por mí jamás verificaría y menos para hacerle el caldo gordo a los bribones morenovallistas. Pero tenemos que ir constantemente al D.F. y ya nos han sorprendido en el Circuito Exterior Mexiquense otros ladrones federales que están mordiendo a todo poblano que circule por ahí sin verificar. Se les dice que NO hay Verificentros disponibles en Puebla o bien que hay plazo hasta enero. Les vale madres. Te amenazan con una multa de más de 3,500 pesos más corralón. Casi seguro les das una mordida de unos 2,000 pesos o pierdes el día y el coche.

Entonces tuvimos que hacer el maldito trámite de verificar. No hay de otra.

De entrada, no dormir. Pensé que sería de los primeros al acudir al mugroso Centro de Verificación de la 25 oriente, cercano al Parque Ecológico (cerrado) de la 24 sur, a las 4 de la mañana. Iluso. Ya había más de 60 autos formados. Hay quien se queda desde la noche anterior para ser de los primeros.

Bueno. Pues a enfilarse. Y dormitar. Con el peligro de que pierdas tu lugar si te quedas dormido, porque no falta el bribón que se te mete. Varias horas con un frío de madres y con el peligro de que alguien pase y te asalte (acuérdense, empezarán los atracos pues todo mundo está dormido y puede pasar algún ratero a exigirte dinero o lo que traigas). Finalmente como a eso de las 8 y media se les da la gana empezar a dar una “fichas” para que te den una supuesta cita y te verifiquen durante el día.

La “ficha” no es otra cosa que un pedazo de papel de un rollo de “ticket” de caja registradora y A MANO te dan tu “cita”: Tus placas y la hora que te toca. O sea, un listo puede escribir con tinta negra sus placas y la cita y seguro pasas, después me daría cuenta…

La cita es varias horas después. Pues a irse a hacer otras ocas. Les adelanto que perderán toda la noche y toda la mañana del día siguiente.

Al llegar a la “cita” ya NADIE te pide el papelito. Solo les dices que tienes cita a esa hora y te piden que te formes. O sea… ¡vale madres el papelito y toda tu desmañanada! Reitero: Cualquiera puede escribir en un papelito sus placas y una hora y pasará. Esa es la increíble tecnología computarizada de los verificentros morenovallistas. Una auténtica vacilada. Chingadera, le llamarían en mi tierra.

Bueno, pues una vez formado en la nueva fila de los de la cita, otro rato de espera para pasar a los “nuevos e increíbles” Centros de Compromiso Ambiental… Idénticos a donde yo acudía con los señores Ono. Una larga espera haciendo el mismo proceso en las mismas máquinas de antes y te dirán el veredicto. Obviamente pagas antes, por si no pasas, de por sí ya te abrocharon.

En la espera, tanto en la madrugada como en la cola para verificar se respira un sano ambiente antimorenovallista. Abundan las mentadas y los dichos de “es un pinche robo”. Antes invertíamos media hora a lo mucho para verificar. Ahora, con el gobierno de las “acciones que trastornan” inviertes una noche y medio día para cumplir con al maldito trámite.

Como a eso de la 1 del día, el proceso que empezó a las 3 de la mañana para levantarse, termina con tu flamante calcomanía de verificación. Y te informan que la próxima es de acuerdo a la terminación de la placa. O sea… si hoy hice el trámite pero mi paca termina en cero… ya me chingué: Tendré que hacer TODO de nuevo en enero próximo.

Mi aventura terminó con una nueva y resonante mentada de madre a los funcionarios estatales, a lo que la chica que me atendió me respondió sonriente y segura: “Nosotros también se las mentamos” (después escuché que no les han pagado…, similar que con los choferes del inservible Metrobús).

¿Para estas estupideces se cerraron todos los Verificentros anteriores?

¿Cuándo se terminarán de verificar todos los autos en Puebla? Van a pasar meses y años, a ese paso. Pero todos pagarán puntualmente, eso sí.

¿Estos son los nuevos Centros con última tecnología y súper servicio del sello  morenovallista? ¿Con colas interminables y “fichas” de papel de baño?

Es un asqueroso negocio para favorecer a socios y amigos.

En fin. Alégrese. Aún quedan dos añotes de “Acciones que Trastornan”.

¡¡¡Felices vivencias en Rafalandia!!!

alpiedelaletra

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