Ya sea con los despidos masivos, el cierre de los verificentros, la privatización del agua, la fotomulta, el reemplacamiento, la ley de expropiaciones, la #LeyBala, la persecución a luchadores sociales, la intromisión en la autonomía universitaria, la sumisión de todos los poderes y organismos, la iniciativa para la Ley Industrial, los distribuidores elevados que complican más el tránsito, obras inútiles que terminan como un monumento al despilfarro, los baches, la falta de luminarias, las deficiencias en los servicios de salud, las fallas en el combate a la pobreza, la inseguridad, la ausencia de ministerios públicos, las trabas burocráticas y administrativas para la apertura de nuevos negocios, la corrupción que permite el enriquecimiento solo de amigos y familiares del mandatario; los poblanos cada vez están más hartos y ya no temen ocultarlo.
Así como muchos prefirieron ir a emplacar a otros estados antes que someterse a las arbitrariedades del gobierno poblano, hay muchos ciudadanos que en verdad ya están pensando cambiar su residencia a otra entidad, antes que rendirse al mandatario.
No es para menos.
El estado de Puebla se convirtió en el experimento político de Rafael Moreno Valle en su incansable búsqueda de la presidencia de la República; la entidad es su centro de pruebas para la aplicación del método heurístico del ensayo y error, ejerciendo un gobierno maniqueo en el que ofreció cambiar todo lo malo de administraciones anteriores, pero que terminó siendo igual o peor.
Gatopardismo puro.
Como ya se ha citado en otras columnas de este mismo portal, la mano dura ensayada en Puebla no es más que una muestra del estricto control que se ejercerá en el país, de alcanzar el sueño dorado de llegar a los Pinos. Es la reiteración de que un gobierno intolerante, duro, sin ambages, es lo que necesita una nación doblegada a poderes fácticos (los narcos, las televisoras, los grandes capitales) que han minado a las instituciones.
En Puebla, pese a los espejitos que le venden al mandatario sus asesores de cabecera y aquellos que convenientemente están dentro de su círculo cerrado, el hastío de la sociedad va en aumento, las redes sociales son un fiel reflejo de ello, pues se han convertido en los canales alternativos realmente libres y sin censura, pues la mayoría de los medios renunciaron a su derecho de informar y de ser voceros de la sociedad para convertirse en simples cajas de resonancia.
Pese a que hay mucho miedo por decir a viva voz lo que se piensa, en muchos círculos sociales se habla de Chalchihuapan, del sometimiento de la Buap, de la fantochada que resultó la presidencia municipal de Tony Gali, del entreguismo de los diputados, del sometimiento de los empresarios; del descarado enriquecimiento de muchos, en contraste con la pobreza que prevalece en la mayoría de los 217 municipios.
De ahí que es comprensible el que muchas personas, afectadas directamente por tanta arbitrariedad, ya han decidido mudarse a estados vecinos.
Ese es el camino que les ha dejado su gobernador.
Lamentable.
