Ante las recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el caso Chalchihuapan, el mandatario estatal ha dejado en claro que le valen madres, porque en ninguna parte del documento se le menciona de manera directa.
“Hay que recordar que en el dictamen de la CNDH a mí no se me menciona, no es un asunto en el que se haya hecho alguna recomendación alguna en el Ejecutivo, entonces lo que hemos aceptado es darle seguimiento a través del Jefe de mi Oficina”, sentenció y en ese sentido va a proceder.
O sea, no va a hacer nada.
Pero no es la primera vez que el mandatario poblano desacata algun ordenamiento de una instancia federal, nada más porque no se le pega la gana hacerlo.
En mayo de 2014, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la decisión del Instituto Nacional Electoral (el recién nacido INE) de ordenar a la Contraloría del estado que iniciara un procedimiento especial sancionador en contra de Marcelo García Almaguer por violar la ley al promocionar al mandatario poblano en 26 estados del país, en el marco de su tercer informe de gobierno.
De acuerdo con la investigación del INE, se confirmó que la campaña promocional del gobernador sumó al menos 8 mil 99 impactos mediáticos, entre spots de radio y televisión, y que de estos 2 mil 662 se registraron fuera del estado.
Por ello, el TEPJF determinó que la Contraloría del estado de Puebla iniciara un procedimiento especial sancionador respecto a la responsabilidad del C. Marcelo Eugenio García Almaguer, otrora Director General de Puebla Comunicaciones del gobierno del estado de Puebla, para que en el ámbito de sus atribuciones proceda conforme a derecho.
¿Qué ocurrió?
Absolutamente nada.
No solo no se inició el procedimiento en contra de García Almaguer, sino que el propio Rafael Moreno Valle premió a su estratega de medios e imagen, enviándolo como su brazo operativo al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, infiltrando así la cúpula partidista para tener información precisa, concisa y de primera mano de todo lo que haga y deje de hacer Gustavo Madero.
En el caso de Chalchihuapan, Moreno Valle Rosas se escuda en el texto del resolutivo de la CNDH para lavarse las manos y hacerse a un lado.
Verdades a medias.
Si bien la CNDH señaló directamente a Facundo Rosas como responsable directo, el organismo dirige el documento al propio Rafael Moreno Valle en su carácter de mandatario estatal; en las recomendaciones, es al gobernador a quien pide encabezar la observancia y cumplimiento de las mismas, por lo tanto, claro que tiene responsabilidad directa, aunque a la letra no se lea su nombre.
Claro que en su soberbia eso no lo pueda ni quiera ver.
Por eso, repito, no sorprende la facilidad con la que evade el tema.
Para Rafael Moreno Valle no hay más autoridad que la suya, y si alguien se le pretende subir a las barbas, lo tumba con amenazas, chantajes, embutes o recompensas.
Al fin que para eso es gobernador, para hacer lo que se le pegue la gana.
