Se trata de un reconocimiento “a los excelentes lugares de trabajo en más de 45 países en los 6 continentes, a partir de un estudio que representa la opinión de más de 10 millones de colaboradores a nivel mundial (la cual es la investigación más respetada y extensa del mundo)”.
La idea de buscar el distintivo fue de Marina Araceli Castro Moreno, Subsecretaria de Administración de la dependencia, quien convenció sin problemas al secretario Roberto Moya de los beneficios del proyecto.
Según Castro Moreno, era evidente el altísimo nivel de satisfacción de los trabajadores y empleados de todas las áreas de la SFA y el orgullo y lealtad que mostraban en el ejercicio de sus labores diarias.
Nada más ajeno a la realidad.
El protocolo para obtener la certificación Great Place to Work consiste en la aplicación de cuestionarios y otros métodos de obtención de información para detectar con enorme grado de exactitud las condiciones reales de trabajo de la instancia pública o privada que busca el distintivo.
El chasco fue enorme.
Las respuestas de quienes laboran en la secretaría fueron de una contundencia tal que no dejaron lugar a dudas: no están siquiera medianamente satisfechos con las condiciones en las que desempeñan su trabajo.
El instituto encargado de otorgar la certificación no dudó un segundo en “reprobar” a la dependencia.
Estos fueron algunos aspectos que, de acuerdo con el propio instituto, se evaluaron y en donde la SFA no cumplió con lo mínimo necesario para obtenerla.
La descripción de los conceptos es de la autoría de la misma instancia que otorga directamente la certificación:
“Credibilidad: Es la percepción que tiene el colaborador hacia sus líderes, mediante una comunicación efectiva y accesible, contando con las competencias suficientes para coordinar personas y recursos de manera eficaz, actuando de manera congruente, ética y honesta”.
“Respeto: Es la percepción que tienen los líderes hacia los colaboradores, a través del apoyo profesional, involucrándolos en la toma de decisiones que afecten su trabajo o ambiente laboral, reconociendo su trabajo e interesándose de manera genuina por ellos al ofrecer un ambiente de trabajo sano, tanto física como psicológicamente”.
“Imparcialidad: Representa el sentido de justicia dentro de la organización a través de mecanismos que aseguren la equidad y transparencia en procesos organizacionales y toma de decisiones, es decir, el asegurar que las reglas se apliquen para todos por igual, sin ningún tipo de favoritismo”.
“Orgullo: Representa la relación entre los colaboradores y sus empleos. Incluye el orgullo que la persona tiene hacia su propio trabajo, hacia sus compañeros de trabajo y hacia la organización en general. Éste se genera cuando la persona encuentra trascendencia en su trabajo, y tiene relación con la reputación que la organización tiene hacia el exterior”.
“Compañerismo: Representa el grado de hospitalidad y comunidad dentro de la organización, lo que se traduce en el sentido de “familia” o equipo. Implica que las personas puedan ser ellas mismas en sus lugares de trabajo y que exista una atmósfera socialmente “amigable”.
