La tarea de la nueva Delegada será “reconstruir” al PRI poblano. La pregunta es cómo lo logrará.
Porque el anterior Delegado, Fernando Moreno Peña, no pudo ni quiso hacerlo. Fuentes muy bien enteradas de Gobernación federal me cuentan que su supuesta actitud combativa contra el Gobernador Moreno Valle era todo un montaje, pues en su anterior encomienda en Michoacán, el entonces Delegado ahí operó de forma encubierta contra el candidato priísta Fausto Vallejo de la mano de operadores morenovallistas que trabajaban a favor de Cocoa Calderón. El hoy Gobernador michoacano al final se dio cuenta y lo congeló las últimas semanas de la contienda (dicen que hasta lo encerró en un hotel los últimos dos días de la campaña para que dejara de verse con quien llevaba las maletas de billetes… desde Puebla). Y de ahí vino a dar a tierras poblanas.
Sí. La tremenda combatividad de Moreno Peña en Puebla era fingida y lo sabían perfectamente en Casa Puebla. Por eso la campaña de Enrique Agüera jamás tuvo el respaldo efectivo (además de la bola de errores propios producto de la soberbia y el total desconocimiento de cómo se hace una campaña municipal… no universitaria) de los supuestos “operadores” del CEN y todos sabemos cómo terminó esa triste historia.
Pero por otro lado, la mentada reconstrucción del PRI poblano tendría que contar con el antídoto que combata el ingrediente que corre por la sangre de todos los priístas: el gen de la traición. Hay demasiados grupos y aspirantes que hoy se siguen peleando –como ya he dicho- como borrachos por una botella vacía.
He narrado cómo en Jalisco, una vez que perdió por primera vez el PRI la Gubernatura en los años 90’s del siglo pasado, tuvieron que pasar tres sexenios para que el PRI recuperara ese Estado. La razón fue simple: Los priístas se pelearon todos contra todos una y otra vez. Y cada derrota acentuaba los enfrentamientos. Todos se echaban la culpa y todos bloqueaban a los otros, o bien se terminaban aliando con el gobierno panista en turno, solo por joder al que les había ganado alguna candidatura.
¿Les suena conocido ese escenario?
En Puebla hay ya al menos unos cinco o seis aspirantes a la candidatura al Gobierno del Estado. Algunos de ellos no tienen posibilidad alguna de ganar, pero tercamente bloquean a los que sí podrían dar pelea en la elección de 2018. Porque eso sí, nadie quiere la candidatura de 2016, ante el terror que les causa saber que esa elección será operada a muerte por el actual Gobernador parta hacer ganar a un sucesor que le cubra las espaldas incondicionalmente. Todos sueñan con que en 2018 “habrá apoyo federal y la gente querrá un cambio en Puebla” (no sé de dónde sacan eso, si en 2018 ya habrá… otro Presidente de la República que puede NO ser del PRI)).
Entonces, sí que la tarea de la nueva Delegada es complicada en Puebla. No viene a resucitar a un muerto, eso es fácil. Viene a hacer que los priístas se unan en torno a un fin común que es retornar al poder y que los diferentes “liderazgos” reconozcan con humildad que hay alguien mejor posicionado que ellos. Eso es prácticamente imposible.
Y el que sabe perfectamente lo anterior, porque los conoce a todos, porque trae exactamente los mismos genes… hoy despacha por el rumbo de Los Fuertes.
Suerte, pues, a Angélica Araujo. Si es que puede lidiar con los priístas poblanos.
En Casa Puebla, sonríen.
ENTRE CONSULTORES TE VEAS…
Todo un éxito resultó ser el Encuentro Político Solidario que organizó mi amigo Yago de Marta (el mejor Consultor –español- en media training y manejo de discurso de candidatos o gobiernos) con la colaboración de otro querido amigo, el periodista poblano Alejandro Rodríguez y que se verificó los pasados 27 y 28 de febrero en el Auditorio del Congreso de la Unión y fue hospedado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
Más de cincuenta de los mejores Consultores de México, España y Latinoamérica, exponiendo en 15 minutos cada uno, un tema interesante en su especialidad y que no fuera catálogo de lugares comunes. Ahí anduvieron el propio Yago de Marta, Xavi Domínguez, Alex Saint Martín, Carlos Gutiérrez, Marcos Magaña, de lo mejor de la consultoría de España. Ahí pudimos saludar a Pedro Silva, querido amigo venezolano que viene de estar luchando contra el dictadorzuelo Maduro, el colombiano Luis David Duque, el argentino Daniel Ivoskus. De lo mejor de la consultoría nacional: Javier Sánchez Galicia, Carlos Sirvent, Juan Carlos Limón, Eduardo Achach, Carlos Lorenzana, Sergio Torres, David Ross, Alfonso Pérez, Ana Vázquez Colmenares, Gisela Rubach y muchos más.
Y por supuesto amigos y colegas encuestadores. Lo mejor de México, desde luego: Roy Campos, Francisco Abundis, Rodrigo Galván de las Heras, Ana Laura Arroyo. Y yo por ahí de colado.
¿Mi ponencia? Los errores o sesgos no estadísticos en las Encuestas del México actual: Inseguridad y… Gobiernos. O sea, cada vez cuesta más trabajo el que nuestro trabajo demoscópico sea totalmente certero, por las grandes zonas en las que la inseguridad ya no nos deja hacer un trabajo efectivo de campo; y las malditas estrategias gubernamentales de traer votantes “golondrinos” que cambian varios puntos porcentuales el resultado final de una elección constitucional.
En fin. Mi próxima cita con muchos de los que nos vimos en México, es Cartagena de Indias, Colombia, a finales de marzo, en la Cumbre Mundial de Comunicación Política 2014, donde también andaremos de ponentes. Y en mayo, Brasil, donde acudiremos a la Reunión Anual de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (ALACOP), a la que pertenecemos y donde también expondremos algo.
¿Quién dice que no hay chamba?
