Lo vemos cada momento en spots de televisión –algunos minidocumentales, no solo spots- en las dos principales cadenas que existen en el país, aunque también en no pocos canales de paga; lo escuchamos cada minuto en spots radiofónicos en todas y cada una de las estaciones del Estado de Puebla… y algunas de otros Estados. Lo vemos en parabuses, en autobuses, en espectaculares. Vemos sus anuncios en todos los periódicos impresos de Puebla y los de mayor circulación en el país. Pero también en sus ediciones electrónicas hay el respectivo banner morenovallista. Vemos sus anuncios en redes sociales, en You Tube, en Facebook, miles de bots en Twitter, en todas las páginas electrónicas de Puebla y la región. Seguramente esta semana lo veremos en programas nacionales, en spots en los cines antes de ver una película, en partidos de futbol y si fuera por estos días, seguramente veríamos sus anuncios en el mismísimo Súper Bowl estadounidense.
Y mientras tanto… en el mundo real: La carretera interserrana cayéndose a pedazos desde tiempos de Mario Marín, cuyo tramo entre Zacapoaxtla y Cuetzalan es simplemente intransitable; el periférico que circunda a la ciudad de Puebla lleno de baches que son ya trampas mortales, al igual que en la Recta Puebla-Cholula; las calles de las Juntas Auxiliares del municipio capitalino completamente destrozadas, al igual que muchísimas de la mayoría de las cabeceras municipales del Estado; el Aeropuerto de la capital del Estado en condiciones deplorables; la inseguridad absolutamente descontrolada en la capital y en prácticamente todos los Municipios del Estado donde ejecuciones, secuestros y la ola de delitos comunes es asunto cotidiano.
Uno se pregunta cuánto dinero cuesta toda la exagerada publicidad nacional del Tercer Informe de Moreno Valle. Seguramente son muchas decenas de millones de pesos, es innegable e inocultable.
Y después pasa uno a reflexionar si toda esa montaña de dinero no podría servir para medio arreglar la carretera que une a los Municipios de la Sierra Norte del Estado o para equipar mejor o capacitar bien a los policías del Estado, que mejor se dedican a extorsionar a vehículos en absurdos retenes idiotas en muchas vialidades, mientras los delincuentes de a de veras se pasean impunemente por toda la Entidad.
Pero lo peor –para los estrategas de “branding”del Gobernador- es que existe una clara tendencia a que ante una excesiva campaña de imagen de un político, la ciudadanía en general tiende a hartarse de ella y hasta puede resultar contraproducente.
Le acaba de pasar al góber güerito de Chiapas, Manuel Velasco, cuando en una desproporcionada e insufrible campaña nacional, inundó con su imagen todo cuanto le vino en gana. El resultado no se hizo esperar: Hoy la mayoría de mexicanos lo conocen ya, es innegable… pero para mal. La gente simplemente se asqueó del abuso publicitario del mandatario chiapaneco y hoy rechaza por completo su tonta estrategia, además del despilfarro que significó.
Pues esto mismo bien puede sucederle al Gobernador Moreno Valle. No es posible que se abuse tanto de la publicidad. Amén de que contiene varias mentiras, como ya ha quedado demostrado en cuanto al tema de sus compromisos firmados ante Notario y que su incumplimiento lo llevaría a dejar el cargo. La gente se cansa de tanta publicidad o bien ya ni la toma en cuenta.
Mañana publicaré aquí mismo la Encuesta de Evaluación del Gobierno de Rafael Moreno Valle a Tres Años de Gestión que hemos realizado en el BEAP en la semana que acaba de pasar. Hay cosas muy interesantes.
Lo único que puedo anticiparles es que no todo se logra con publicidad y abuso de “branding” personal.
