Por Valentín Varillas
Claro que no es lo ideal el llevar a cabo foros de consulta para analizar leyes de antemano aprobadas.
Pero esta propuesta de ejercicio, tan criticado por quienes hoy se ostentan como paladines de la división de poderes, hubiera sido impensable en otros tiempos y en otras coyunturas.
El gobierno de Moreno Valle y su tristemente célebre Ley Bala, por ejemplo.
Los que actualmente se rasgan las vestiduras, en su momento fueron títeres del ex mandatario panista y aprobaron sin chistar aquella aberración que legalizaba y fomentaba el abuso de poder.
Un marco jurídico que alentó hechos como los de Chalchihuapan, en donde policías estatales asesinaron a un niño indígena sin que ninguno de ellos mostrara la menor indignación.
Rafael fue muy claro cuando mandó la señal: “el tema va, pase lo que pase y a como dé lugar”
Porque YO lo quiero.
Porque YO lo mando.
Porque YO así lo ordeno.
De nada sirvieron los consejos que pedían mesura y que consideraban que darle forma a un marco legal con esas características traería mucho más problemas de los que pretendía resolver.
El tema también trascendió a medios nacionales, que vieron los peligros de aquella Ley Bala.
Y así empezó la polémica.
Surgieron los primeros calificativos a la iniciativa: “criminal”, “autoritaria”, “inconstitucional” y demás.
Fueron minimizados.
Las comisiones unidas de seguridad pública y derechos humanos le dieron forma.
Una vez analizada y votada, vino la revelación divina, la epifanía.
La polémica subía de tono, se salía de control y empezaba a afectar seriamente la imagen del entonces presidenciable gobernador de Puebla.
Fue cuando vino la contraorden: rasurar la iniciativa y eliminar las partes sujetas al escarnio.
Porque YO lo quiero.
Porque YO lo mando.
Porque YO así lo ordeno.
Sin foros, análisis o consultas.
El problema es que los sumisos legisladores habían dispensado la lectura de la iniciativa aprobada en comisiones lo que eliminaba su discusión en el pleno.
De esta manera fue votada .
De acuerdo a la Ley Orgánica del legislativo, al dispensarse la lectura los diputados votaron el dictamen aprobado en comisiones, lo que obligaba a su publicación tal cual en el Periódico Oficial del estado.
No se dio así.
Los puntos polémicos de la ley fueron rasurados unilateralmente por el ejecutivo, violando todos los protocolos que norman la vida legislativa estatal.
¿Y qué dijeron nuestros valientes diputados?
Sí señor no se preocupe.
Porque USTED lo quiere.
Porque USTED lo manda.
Porque USTED así lo ordena.
NI una sola voz denunció la intervención artera de un poder en teoría independiente.
Y así fue como se dio la justificación legal a la barbarie, al abuso sin control y a la represión, con el lamentable deceso de un menor de edad que tenía toda la vida por delante.
Que nunca se nos olvide.
