21-06-2025 11:46:49 AM

Extorsión oficial; los nuevos tiempos de la CFE

Por Valentín Varillas

 

Empresarios de los sectores industrial, restaurantero, comercial y de servicios en Puebla están siendo víctimas de descarados actos de extorsión por parte de funcionarios de alto nivel de Comisión Federal de Electricidad.

La logística que llevan a cabo no es muy sofisticada, pero deja en total estado de indefensión a sus víctimas.

Llegan “inspectores” a los establecimientos.

No se identifican ni piden hablar con los dueños o encargados.

Se dirigen directamente a los medidores y fingen revisar su funcionamiento.

Después, “checan” el resto de la instalación eléctrica.

No contestan ningún tipo de pregunta o cuestionamiento relacionado con las labores que realizan.

Una vez que termina la puesta en escena, ahora sí, exigen con lujo de prepotencia entrevistarse con los dueños o representantes legales.

Es entonces cuando, sin ninguna prueba de por medio, los acusan de estarse robando la luz y de haberlo hecho por un espacio largo de tiempo.

Ocho, diez o más años, dependiendo de la fecha de inicio de operaciones a la cual ya tuvieron acceso de alguna manera.

Los presuntos adeudos, en la mayoría de los casos, son de millones de pesos.

Piden una lana por fuera para arreglarlos.

Quienes no acceden a la transa, no aceptan que le deban a CFE algún dinero por robarse la luz y deciden defenderse por la vía legal, no sólo se enfrentan al injusto corte del servicio, sino a una serie de represalias dignas de cualquier célula del crimen organizado.

Dejan sin luz otras empresas o negocios de su propiedad, aunque no presenten ningún tipo de adeudos o tengan algún señalamiento por alteración de los medidores.

En casos extremos, han llegado a aplicar el corte a sus domicilios particulares.

La locura total.

Varios casos se han reportado en la capital, en municipios conurbados y en otros como Atlixco y la mixteca.

Es la auténtica ley de la selva.

¿Sabrá de todo lo que pasa en Puebla la directora general de CFE Emilia Calleja Alor?

Si no tiene ni idea, mal; muy mal.

Ejerce un liderazgo débil, fácilmente manipulable por quienes se están enriqueciendo al amparo del poder.  

Y si lo sabe, peor; mucho peor.

Tener conocimiento de algo así y no actuar, la convierte en automático en cómplice de este tipo de actos de corrupción que, en teoría, no tendrían cabida en estos tiempos de supuesto cambio político en México.

El sector productivo poblano ha enfrentado un primer semestre de año francamente complicado.

La economía en el estado no pasa por un buen momento.

Si el contexto nacional está muy difícil, el internacional ni se diga.

Y todavía, quienes generan empleos y pagan impuestos, tienen que enfrentarse a los actos gansteriles de el grupo de mafiosos que llegó a Puebla a operar la Comisión.

Vaya panorama.

Peor, imposible.

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