Por Jesús Manuel Hernández
Para una buena parte de los mortales el número siete es mágico, para Pitágoras era el número perfecto, aparece en muchos escenarios, en la astrología, en la Biblia, en las supersticiones y por supuesto en la literatura.
El instrumento sagrado de Apolo era la Lira, que tenía siete cuerdas, cada una era para dar el tono de los siete planetas; siete también son los colores del arco iris…
Dante Alighieri dividió en siete el purgatorio y el Canto Séptimo, el del infierno, es el escenario donde son castigados los avaros y los iracundos.
Y en Morena, el siete pareciera también ser el número mágico para buscar coordinador o coordinadora de la 4 T.
No fueron 27, ni cuatro, ni ocho los elegidos para continuar el proceso de selección para Puebla, simplemente se optó por el número mágico de “siete”.
Y siete seguramente son los grupos de poder en juego, el establishment poblano pasa por siete círculos, por siete poderes, como en la escena descrita por el filósofo y alquimista alemán Corneli Agrippa, sobre los siete ángeles que asisten a Dios.
Mientras algunos promovieron la final en solo dos figuras, “es un asunto de dos” decían, pero se les ha complicado con el arribo de cinco más, así, la media podría favorecer a un hombre, pues hay 3 mujeres y 4 hombres, y de esos hombres, uno fue el encargado de desbarrancar a otro, quien desde el senado apuntaba fuerte en popularidad; Julio y Alejandro podrían bloquearse el uno al otro o sumarse, como algunos lo esperan, para dar cumplimiento a esa vieja charla de Miguel Barbosa y el hoy senador en un aniversario del portal de noticias de Rodolfo Ruiz, corría el año 2017.
Frente a un grupo de reporteros, Barbosa y Armenta se dieron el uno al otro el apoyo, “si va el senador me sumo”, dijo Alejandro, “si va Alejandro me sumo”, dijo Barbosa.
Y muchos nos quedamos con la idea de una alianza, un acuerdo en aquel momento, que quizá haya trascendido a la muerte del gobernador Barbosa, pero el resultado de la primera encuesta dejó en claro que Julio ve por él mismo y no por el senador.
Y de los siete, quitando a los ya mencionados, quedan cinco, como los lobitos, dos hombres y tres mujeres. Pero de ellas, una, Lizeth, juega sola, con apoyo nacional del PT y un guiño de Sheinbaum; la otra, Olivia, representante de la aristocracia política y económica de Puebla, tendrá premio, como los demás; Claudia Rivera, la mejor posicionada en las esferas nacionales morenistas y feministas; y los dos hombres faltantes, Nacho y Rodrigo, con un común denominador, a ambos los une Andres Manuel y Manuel Bartlett. Tan cerca han estado el uno como el otro de ambos personajes.
Y si uno le da vueltas a esto, entenderá por qué, para hacer cumplir la decisión y sentencia inicial, es que el 7 es el número mágico para asumirse como Coordinador, o coordinadora estatal de la Cuarta Transformación, o por lo menos, así me lo parece.