07-05-2024 09:52:39 PM

Ahora sí, se viene lo bueno…

Por Yasmín Flores Hernández

En las dos colaboraciones pasadas, hablé sobre los derechos humanos, la violencia de género, los estereotipos, la discriminación y la desigualdad.

Hemos mencionado que las mujeres lo vivimos diariamente, tanto en la esfera pública, como en la privada.

En mi experiencia laboral observé muchos tipos de violencia, desde el acoso, el hostigamiento, hasta las peores humillaciones y los comentarios más denigrantes que se puedan recibir.

La violencia de género no siempre proviene de un hombre a una mujer o viceversa, a veces puede venir de alguien de tu mismo género.

Sí, aunque ustedes no lo crean.

Pregunta:

¿Cuántas y cuántos han sufrido violencia de género en sus trabajos?

Supongo que muchos

Realmente es lamentable que en pleno siglo XXI, sigan ocurriendo este tipo de conductas.

Conozco mujeres y hombres que han preferido aguantar, por la necesidad de no perder el trabajo, antes que denunciar.

Ustedes no están para saber, ni yo para contarlo, pero en distintas Secretarías del estado hay titulares muy “valientes” que abusan de su poder, pues cuando más de una mujer les solicita ayuda para denunciar a su agresor, su solución es: o cambiarlas de lugar o pedirles de manera pronta su renuncia; aclaro, a las víctimas, no a los agresores.

O como segunda opción quedarse con el trabajo y seguir aguantando las agresiones, no sin antes descalificarlas y etiquetarlas como “problemáticas”.

El colmo del asunto es que son mujeres contra mujeres.

Puuf que cosa…

¿Y la sororidad?

¿Y la congruencia?

Hay muchos casos, por lo menos su servidora tiene pruebas de que una secretaria, en estos momentos no diré quién, tiene conocimiento que uno de sus directores ha acosado a más de cinco mujeres.

Y la titular -empecinada- sigue protegiendo al agresor.

Incluso, ha amenazado que demandará a una de las victimas, por grabarla sin su autorización, lo que se le olvida decir a la funcionaria es que ella la llamó para amenazarla, sobajarla y tacharla de mentirosa.

Colerica, gritando y cobijandose en su puesto amagó que lo haria del conocimiento del Gobernador, asi como del Fiscal del Estado, ya que dice que todos son sus cuates.

Me encantaría que lo hiciera.

De nada sirve los esfuerzos del Gobernador del Estado en implementar un día a la semana para atender a las mujeres poblanas, si sus propias secretarias y secretarios no predican con el ejemplo.

Seamos empaticos

¡Abusados!

Esta situación también se replica de manera rápida en el municipio de Puebla donde más de una mujer y algunos hombres han denunciado actos de violencia, desde la Secretaría que debería proteger la igualdad sustantiva de género.

Y nada pasa, les dan largas, los tachan de problemáticos, bueno hasta los ven feo, ¿y la titular de dicha Secretaría?

Porque el alcalde ni sus luces, está metido en concretar su sueño dorado.

Qué pasa en la sociedad.

Qué pasa con los funcionarios públicos que se suben a la silla y se marean; lo bueno es que ya se van

Que este tipo de actos no queden sin castigo.

Recuerden delito que no se denuncia, se repite. Generemos la cultura de la denuncia, no permitamos que exista la impunidad.

En estos dias he pensado tanto y me planteé tres preguntas:

¿Cuántos delitos sobre estos actos son denunciados y judicializados por la Fiscalia del Estado?

¿Cuántos de estos delitos obtienen justicia?

¿Cuánta corrupción hay en el poder judicial?

Bueno creo que ya me emocioné, estos temas los vemos la siguiente semana, quiero cerrar mi colaboración con esta frase:

“Ningún vencido tiene justicia, si lo ha de juzgar su vencedor”

Francisco de Quevedo

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