Por Valentín Varillas
De acuerdo con la carpeta de investigación 268/2020/FEEC/UI-A, existen elementos legales suficientes para cuestionarle al recién reelecto líder municipal del PAN en la capital, cómo manejó los dineros del Conalep cuando estuvo al frente de la institución.
No aparecen 35 millones de pesos que -juran los que saben- acabaron en la campaña del PAN cuando Martha Érika Alonso era candidata a la gubernatura.
Con todo y esto, el más puro, honesto, limpio y virginal de los partidos, volcó toda su estructura para ungir a Jesús Zaldívar y aplastar a la diputada Guadalupe Leal.
Obtuvo 1,050 votos contra 109 de su contrincante.
“Ejemplo de unidad”- gritaron eufóricos los inmaculados custodios de la derecha poblana.
“Unanimidades sospechosas”-pensaríamos quienes creemos que un mínimo de incertidumbre debe ser esencial en aquellos procesos que presumen de democráticos.
Vaya números para el partido que también se vende como el único en donde realmente y sobretodo, de manera espontánea, pesa la voluntad de la militancia.
Aquí, a diferencia de la renovación de la dirigencia estatal, no hubo fracturas, divisiones, gritos ni traiciones.
Todos jalaron para el mismo lado.
La razón es simple: saben que la capital es lo único valioso que pueden conservar después del 24.
Y eso vale todo.
Hasta tragar sapos y sumarse “gustosos” al proyecto de quien tuvo el apoyo de quien hoy opera en los hechos como el auténtico líder del PAN poblano: Eduardo Rivera Pérez.
No van a poner en peligro el que es ahora su coto de poder, muy valioso en cualquiera de los escenarios.
El menos probable: que Rivera busque la gubernatura del estado.
El más realista y atractivo –aunque jamás lo reconozcan-: el que los astros se alineen para que tenga una reelección en la alcaldía tersa, suave, sin baches en el camino.
La ciudad de Puebla será también un punto central de los acuerdos y amarres entre los partidos que integran la alianza “opositora”.
Más allá de lo que suceda en el escenario nacional, es evidente que en la aldea, el PRI jugará su estrategia electoral de acuerdo a los intereses oficiales.
No lo dude.
Y esto opera como un cerco importante al potencial desempeño electoral del PAN.
Pero para eso, dicen que falta mucho.
Mientras se dan cuenta de la realidad, que las buenas conciencias celebren por hoy su bendita unidad.
Seguramente, en todo el país, tendrán muy poco que festinar después de la próxima gran elección nacional.