Por Valentín Varillas
Algo muy importante y desde muy arriba le dijeron a Nacho Mier durante el fin de semana.
Un mensaje claro, contundente y sin ambigüedades, que seguramente tiene que ver con su futuro político a corto plazo.
Sólo así podría explicarse este cambio súbito, tan radical que experimentó en un espacio tan corto de tiempo.
De la mesura, la conciliación y el llamado a la unidad que dejó ver en la entrevista con el Sol de Puebla, a la beligerancia, confrontación y rompimiento absoluto con el grupo político hegemónico en el estado, evidente en aquel video que subió a sus redes sociales.
¿Qué pasó?
Imposible saberlo con exactitud, pero tampoco es un misterio.
Una posibilidad es que haya recibido ya, por fin, la bendita señal.
El anhelado humo blanco que lo vestiría de candidato a la gubernatura de Puebla, o por lo menos, un mensaje de certeza que fungiera como indicador de que lleva ventaja en el proceso de selección.
Lo raro es que, su reacción no corresponde a tan positivo escenario.
De haber sido así, un político profesional opta por comportarse de acuerdo a la tranquilidad que le da el saberse al frente de la contienda.
Comportarse con mesura y dejar que los tiempos de la sucesión avancen, esperando el momento en el que la decisión le sea transmitida al jefe político del estado y de esta manera se empiecen a dar los pactos, amarres y compromisos pertinentes, siempre necesarios en coyunturas como esta.
En este escenario, se vuelven innecesario y hasta contraproducentes el enojo, las amenazas, las acusaciones sin fundamento, el victimismo y demás.
Si estás seguro que vas a ser tú, el favorecer el riesgo de fractura al interior de tu partido y de paso hacer pedazos cualquier liga o comunicación con quien necesariamente va a ser fundamental en la operación electoral en el 24, es un auténtico suicidio político.
La otra posibilidad es que le hayan transmitido, por las vías conducentes, la mala noticia de que no será el candidato.
De ahí el anuncio de que esperará hasta agosto -mientras los destapes en la aldea están ya más que cantados- para tomar una decisión.
¿Qué va a pasar en agosto?
¿Por qué la espera?
El que tiene ganas de ser, las tiene ahora y seguramente las seguirá tendiendo dentro de un mes.
¿Qué puede cambiar?
Sobre todo porque Mier viene buscando ser el candidato a la gubernatura desde hace ya mucho tiempo.
Se ha placeado en las zonas más importantes del estado con cualquier pretexto.
Desde la promoción de la fallida Reforma Energética, hasta el penoso proceso de difusión de la Revocación de Mandato, pasando por los actos y discursos públicos que tienen que ver con el proceso de renovación de la dirigencia estatal de Morena.
Nacho no solo quiere, se muere de ganas.
Y el rictus, la imagen, los tonos y el discurso que nos enseñó en su video, distan mucho de ser parte del comportamiento del que se sabe ganador.
Empatan mejor, casi perfectamente, con los modos, usos y costumbres de quienes han tomado conciencia de que se han quedado solos.
Muy solos.
