Por Jesús Manuel Hernández
Un tuit firmado por Aldo Aldrete, cuya personalidad real aún se discute entre los expertos, causó polémica en toda la sociedad mexicana por la crueldad de las críticas y el lenguaje ofensivo a la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller y al propio Presidente López Obrador.
El tema ha dado para cortar mucha tela. Se formó un verdadero ejército de defensores de la también escritora, encabezado por su esposo quien en la mañanera del 24 de septiembre presentó el texto y lo leyó para dejar en claro una modalidad en la estrategia de comunicación política de este país.
El asunto fue derivado de una acción del fiscal Gertz Manero para detener a 31 investigadores del Conayt beneficiados por el presupuesto del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico AC, y ahora acusados y casi a punto de ser enviados a las cárceles de máxima seguridad como a vulgares delincuentes.
No sólo la comunidad científica, muchos intelectuales y líderes de opinión han salido en defensa del colectivo de científicos quienes al parecer no pudieron ser amarrados al pensamiento de la 4T, raíz del desprecio del fiscal.
El Presidente ha declarado en otras mañaneras ante la pregunta sobre si es o no simpatizante del “feminismo”, que él prefiere, optar por el “humanismo” ese movimiento europeo de hace 500 años que rompía con la escolástica medieval. El Presidente aprovecha cuantas veces puede presumir de su humanismo.
Pero en la mañanera del 24 al leer el tuit ofensivo contra su esposa se mostró con una nueva modalidad.
Hubo quien lo felicitó por esa acción, pero también quienes vieron la medida como extrema y poco razonada, inadecuada, imprudente, llegaron a decir.
Quienes no coincidieron en las “formas” presidenciales aducen que la doctora Gutiérrez Müller no sólo fue víctima de la ofensa y la violencia de género, sino que al usar el tuit de referencia, el Presidente colaboró en hacer de la víctima un caso mediático para poner en auge la violencia a nivel masivo y por tanto lo consideran un acto de revictimización, tema muy presente en la agenda del feminismo.
Para los politólogos, los estrategas en comunicación política, quizá se trate de un evento digno de estudio y análisis. Usar el ataque a su esposa a favor de su quehacer político, destinándolo a un nuevo hito donde las víctimas, la pareja presidencial, es defendida por el pueblo en pleno, al margen de las ideologías.
Simplemente López Obrador convirtió un hecho de violencia en un acto pragmático donde el humanismo aflora en su favor.
Mientras tato la imagen del Fiscal Gertz Manero atrae todas las humedades del clima, está en la mira de todos máxime cuando aparece el libro de Javier Coello Trejo, el llamado “Fiscal del Hierro”.
Y es que a Gertz Manero se le reproducen los problemas como hongos en tiempo de lluvias y pone a prueba si Palacio Nacional está bien impermeabilizado.
O por lo menos, así me lo parece.
