Por Alejandro Mondragón
Las campañas locales arrancan mañana con dos claros retos para los contendientes.
Los de Morena pretenderán excluir de las hostilidades políticas el enjuiciamiento del desgaste de gobierno de los reelectos/as e incluir la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En tanto, la alianza opositora PAN, PRI y PRD buscará lo contrario. En otras palabras, que se tropicalice la elección.
Que los yerros de alcaldes/as y legisladores locales sirvan para ensalzar que Morena no cumplió, no pudo, entonces para qué quiere seguir en el poder.
Este modelo se ha venido aplicando en diversas entidades federativas, en las que se suponía Morena llevaría mano, pero enfatizar en la incapacidad para gobernar ha dado resultados a los opositores, en Campeche, Chihuahua, San Luis Potosí, particularmente Nuevo León.
En contraste, Morena sabe que tropicalizar la elección meterá a los candidatos a defender lo indefendible, por lo que indexar la tarea local con la federal, con la figura de López Obrador dará mejores resultados.
La marca Morena está muy fuerte en vastas zonas del estado. Los poblanos/as no se ocupan por tal edil o personaje, ellos votan por el movimiento que representa AMLO.
La oposición contra la marca, pero cuidarán que no sea la que usa en sus mañaneras, el también coordinador de la campaña morenista en el país: López Obrador.
Empezaron a vincular con la firma Morena a personajes como el diputado federal, Saúl Huerta, acusado de delitos sexuales, los Salgado Macedonio, Los Lorenzini en Cholula y otros personajes que hacen de su personalidad ridícula el eje de la campaña.
Así que habrá que ver a qué fuerza política le resulta la estrategia de marca en momentos en que el ánimo electoral subirá más que de tono.
