21-11-2024 10:30:19 PM

Y los otros ¿cómo lo habrían hecho?

Por Valentín Varillas

 

Evidentes han sido algunos yerros y omisiones del actual gobierno federal en el tema de la pandemia.

Aprender sobre la marcha y ensayar acciones bajo la lógica de la prueba-error, ha tenido que ser la tónica para enfrentar un escenario inédito en la historia de la humanidad.

No existe una experiencia previa de la cual se pueda echar mano para hacer menos tortuoso el camino hacia la superación de esta complicada realidad.

Prácticamente todos los países del mundo han tenido que hacer esto y sus líderes no han tenido más remedio que asumir las consecuencias.

A muy pocos les ha ido bien.

Sin embargo, en otras latitudes existe la fortaleza institucional y la madurez necesaria como para cerrar filas en momentos tan difíciles.

Esperarán que esto pase para poder hacer una valoración real del desempeño de sus autoridades evitando por lo pronto partidizar el Covid para sacar raja política de él.

Aquí, ha sido todo lo contrario.

Tal vez porque ya veníamos de un proceso electoral que dejó como saldo la más absoluta y complicada polarización social.

Aquí, los contagios y las muertes se analizan desde los extremos, como si el virus tuviera partido o ideología.

Los blancos y los negros han dominado el debate público sobre el tema, dejando a un lado la pausa, el realismo y la profundidad que arrojan los grises.

Faltaría ponerse en los zapatos del otro, para asimilar en su justa dimensión la complicada problemática que enfrenta el país.

Por eso, parece pertinente el cuestionamiento sobre cómo le hubieran plantado cara a  la pandemia aquellos partidos políticos que hoy le critican todo al gobierno federal, que ya tuvieron la oportunidad de ser gobierno y que en su momento también se vieron cara a cara con situaciones que dejaron como saldo muerte, pobreza y destrucción.

¿Habría menos decesos y contagios?

¿El sistema de salud pública habría respondido mejor?

¿Hubieran sido ejemplo de eficiencia y responsabilidad en el actuar?

Y es que, en su momento, no estuvieron a la altura de las necesidades ciudadanas en tiempos de catástrofe.

Queda como ejemplo de lo anterior la manera como enfrentaron los sismos del 85 y el 2017.

Una absoluta parálisis en el actuar gubernamental, de la mano de una rapaz corrupción en el manejo de la ayuda humanitaria.

Lo mismo se hizo con las constantes inundaciones causadas por los cada vez más frecuentes fenómenos climáticos “atípicos” que desde hace décadas sacuden a varias zonas geográficas del país.

Lentitud en la respuesta oficial, desvío de recursos destinados a superar la emergencia, uso indebido de los apoyos en especie enviados gracias a la solidaridad de la sociedad civil y un larguísimo etcétera.

Historias de auténtico terror.

Nada de que presumir.

Quedaron a deber y mucho.

Por justicia elemental, también valdría la pena preguntar cómo se hubiera comportando el actual grupo en el poder si la responsabilidad de atender la pandemia hubiera caído en un gobierno opositor.

Seguramente lo haría como lo hicieron en su momento y de una manera muy similar a como se lleva a cabo actualmente: tratando de sacar una ventaja política de criticar y dinamitar todo.

Tristemente son las mismas historias, los mismos argumentos, únicamente cambia el papel de los protagonistas.

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