Por Rodolfo Rivera
El jueves pasado, Puebla presenció una manifestación inédita: Al menos 100,000 universitarios marcharon pacíficamente para protestar por la inseguridad que vivimos en la región en los últimos años. La “gota que derramó el vaso” fue el brutal asesinato del 4 jóvenes (3 universitarios, un conductor de Uber; dos colombianos, un veracruzano y un poblano) en Huejotzingo, por miembros de una banda de delincuentes de la zona.
Ya lo he dicho aquí mismo varias veces: Qué bueno que los jóvenes “millennials” hayan dejado unos días su apatía y “selfies”, para unirse y alzar la voz contra lo que a todos nos tiene harto: La inseguridad y violencia criminal, así como la incapacidad de las autoridades de resolver pronto esos flagelos. Y todo sin pintar una sola pared ni romper un solo vidrio.
A ellos, mi reconocimiento y admiración. De ahí vendrán las autoridades de unos cuantos próximos años.
Pero la marcha en sí, movió muchas opiniones y posturas. Yo expongo la mía, porque lo que encontré fueron varias diferencias si hubiera ocurrido lo mismo en los pasados gobiernos morenovallistas.
- El jueves pasado NO se necesitó acarrear a nadie, ni ofrecerle lunch o dinero, ni obligarlo a pasar lista so pena de sanciones. Llegó quien quiso y marchó quien se le dio la gana hacerlo. Cómo alardearon los morenovallistas cuando su desaparecido líder “llenó a reventar” el Estadio Cuauhtémoc en 2010 en su cierre de campaña… con gente de otros Estados y con su riguroso pago por evento.
- La manifestación fue respetada y hasta protegida por las autoridades, hoy emanadas de MORENA. Hubo patrullas y policías cuidando a los muchachos y agentes de tránsito reorientando automovilistas. Me hubiera encantado ver que una manifestación así, hubiera sido protegida por el gobierno de Rafael Moreno Valle, quien con unos cientos de personas en la carretera a Atlixco, mandó a todo su equipo antimotines y apaleó, lanzó balas de goma (que mataron a un niño) y disolvió la protesta por la fuerza.
- Miguel Barbosa salió a hablar con los manifestantes, dialogó con ellos afuera de Casa Aguayo, dejó entrar a los líderes y aceptó su pliego petitorio. Me hubiera encantado ver una manifestación que llegara a Casa Puebla (de entrada que llegara) y que Rafael Moreno Valle hubiera salido a dialogar con los inconformes y los hubiera hecho pasar para aceptarles un pliego de peticiones. JAMAS lo hizo en NINGUN caso.
- Los Rectores de las principales Universidades de Puebla también participaron en la marcha y gritaron airados consignas de protesta. Excelente. Pero me hubiera gustado ver a esos MISMOS Rectores participar en una protesta o que hubieran dicho una palabra de inconformidad cuando en 2014 la policía (NO unos delincuentes asesino, sino LA POLICÍA) abrió fuego contra los manifestantes de Chalchihuapan y mataron a un niño. TODOS callaron. Ninguno dijo una palabra al respecto y lo peor, alguno hasta avaló la teoría de “la cabeza de marrano”. Patéticos.
- El jueves, días previos y días posteriores, conductores de noticieros de Radio, columnistas y reporteros, solidarios y empáticos, se sumaron a las protestas de los chamacos universitarios y han hecho programas especiales sobre el tema. En 2014 NI UNO solo de ellos (con contadas excepciones que NO pasan de tres) gritó o protestó por la represión morenovallista a los manifestantes de Chalchihuapan. Qué raro que hoy sean tan puntuales en su cobertura de las protestas.
- En 2014 se supo perfectamente quiénes eran los responsables del asesinato del niño y represión brutal de los manifestantes de Chachihuapan. NINGUNO fue a la cárcel, y los superiores responsables jamás declararon nada al respecto. Ahora fue diferente. El domingo fue el crimen (lo perpetraron delincuentes, NO policías) y el lunes por la tarde ya se tenía detenidos a presuntos responsables y el martes se les dictó formal prisión y ya se sabe de sus cómplices y los están buscando.
En fin. Pequeñas diferencias con problemas que cimbraron a Puebla.
Reitero: Qué bueno que se proteste. Qué bueno que los jóvenes universitarios despierten de un largo letargo. No podemos permitir que la inseguridad y violencia criminal sigan avanzando en nuestra otrora tranquila Puebla.
Pero no midamos con varas distintas acontecimientos similares.
Y desde luego… si el actual Gobierno no da resultados en la lucha que tiene que encabezar contra el crimen e inseguridad en Puebla, que la gente siga enarbolando protestas. Pero que también salga a votar el año entrante. No se vale protestar y desgañitarse por la terrible situación actual… si se quedan sentaditos viendo la tele el primer domingo de junio de 2021.