Por Alejandro Mondragón
Dos hechos han ocurrido en las últimas semanas para entender en el análisis político que la presencia en Puebla del senador Ricardo Monreal no fue para arrancar su precampaña presidencial, sino placear a su Delfín poblano.
1.- Operadores del senador Alejandro Armenta Mier han comenzado a aparecer en acciones de promoción política de su jefe en la capital del Estado. En las juntas auxiliares se observa mejor la estrategia.
2.- Lo único que no transitaba para Armenta en el barbosismo era Fernando Manzanilla en la Secretaría de Gobernación, desde donde asegura construía su proyecto político. Hoy, ya no está.
La presentación del libro de Monreal, el cual tuvo a su lado a la clase política de la 4T, contó con Armenta Mier como protagonista secundario. Eso sí, con el visto bueno del gobernador.
¿Será el senador el tapado del grupo para un proyecto de largo plazo que empiece por rescatar la ciudad de Puebla para Morena, PT y PVEM?
¿Es el factor que puede aglutinar a personajes, incluso operadores morenovallistas, como lo podía hacer el propio Manzanilla?
¿Dejará el Senado para lanzarse por la alcaldía poblana en un paso natural en busca de la gubernatura 2024?
La presentación del libro habrá que entenderla así, sobre todo después de que la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco realizó un recorrido en Palacio Municipal a Monreal y su Delfín.
Ambos, Rivera y Armenta, hoy están unidos por la misma causa: llevar a la dirigencia nacional de Morena a Bertha Luján.
¿Es Monreal el gallo del gobernador Luis Miguel Barbosa?
Estoy seguro que ni madres.
Barbosa es un político ortodoxo que se sumará a la carta del presidente Andrés Manuel López Obrador. Todavía faltan años para comenzar a decantar.
Sabe que no se tiene que casar hoy con ninguno, si puede andar con todos/as: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Zoé Robledo, Ricardo Monreal y más.
El punto es que Armenta se mueve para la capital. La fotografía de esta semana así lo exhibió.
