Por Alejandro Mondragón
Ciento ochenta días es el target personal del gobernador Luis Miguel Barbosa para establecer las bases de lo que será el cambio de régimen en Puebla.
Entre el día de su toma de posesión al 27 de enero del 2020 habrá cambios de modelo, estilo y hasta de funcionarios que no asuman los nuevos tiempos.
Ningún intocable hay en el equipo, por lo que las renuncias, despidos, enroques y cambios serán la constante para acoplarse a lo que el mandatario quiere.
Los 180 días que se ha planteado también establece despojar de todo aquello que huela moche, corrupción y favoritismo en las obras de gobierno, además de eliminar cualquier intermediario o personero que pretenda promover compras o contratos de adquisición.
El cambio de titular en la Secretaría de Administración responde a esta lógica: todo nuevo, nada viejo, sobre todo en lo referente a las formas.
La dependencia asume en los hechos la figura de Oficialía Mayor del Gobierno y será la entidad más importante en el aterrizaje de la 4T en Puebla.
La inseguridad, la atención ciudadana y la transparencia son hoy los temas que se atienden.
Así que ya sabe usted que los cambios serán la constante hasta llegar a la fecha establecida que permita sin excusa ni pretexto un nuevo régimen.
Muy pendiente anda el presidente Andrés Manuel López Obrador del tema Puebla, sobre todo con ojos en el sector salud.
