Por Alejandro Mondragón
Y diez años después, Puebla está peor que nunca.
¿Dónde está el medio billón de pesos en fondos federales que tanto presumieron las autoridades?
¿Cómo defenderá el candidato del morenovallismo, Enrique Cárdenas, a la Puebla fake que nos dejaron?
Los números fríos del Plan Estatal de Desarrollo que presentó el gobernador Guillermo Pacheco Pulido constituyen una bofetada social.
Se enmarcan dos Puebla, aquella que sirvió para el ornato y exhibirla como la nueva entidad para una campaña presidencial. La de la Rueda de la Fortuna y el crecimiento inmobiliario.
El problema es la otra Puebla, aquella que sigue jodida, tras una década de engaños sociales, mentiras económicas y timos políticos.
Los datos son contundentes:
Puebla es hoy duodécimo lugar del país como estado inseguro.
Cuatro de cada 10 poblanos cree que la situación va a empeorar.
Es la séptima entidad en robo de vehículos.
Es el quinto lugar pobre y séptimo con pobreza extrema en el país.
Siete de cada 10 poblanos carece de acceso a la seguridad social.
Puebla es el décimo estado en mortalidad por desnutrición.
El quinto sitio en marginación nacional.
Puebla reporta la más alta tasa de informalidad económica con 73.4%, lo que la sitúa en el lugar 5 del país.
Empeoró el índice de competitividad estatal en 43.9%.
En el último año, cayó 36.7 por ciento la inversión extranjera
Registra el séptimo lugar en ingreso per cápita anual con 91 mil 565 pesos.
El campo poblano se encuentra estancado, sin competitividad y poca creación de empleos.
Imposible exigir que en seis meses se resuelva lo que al menos en el último sexenio no se quiso atender por otras prioridades político-electorales.
