23-11-2024 02:58:43 AM

El agüerismo opera en la SEP

Por Valentín Varillas

 

 

Se llama Ulises Chávez Peñaloza.

De acuerdo con el organigrama de la Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla, se encarga del área de Atención y Vinculación.

Sin embargo, su verdadera labor tiene que ver con la operación electoral que desde la dependencia se lleva a cabo en dos sentidos: la supuesta aventura electoral de Aurelio Nuño en Puebla y el proyecto de Mario Riestra Piña para convertirse en el próximo alcalde de la capital.

En su tarea no está solo, faltaba más.

Lo acompaña su gran amigo y “compa” Damián Hernández.

Él es el supuesto teórico de la dupla, el creador de la estrategia.

Chávez es el encargado de aterrizar las acciones, aprovechando su posición de “privilegio” dentro de la secretaría.

Ambos se hicieron en los sótanos de la Universidad Autónoma de Puebla.

Ambos soñaron que Enrique Agüera se convertiría en presidente municipal.

Sí, el rival político del hoy gobernador, Tony Gali.

Viendo que el barco se hundía, con el aparente beneplácito de su amo y señor, tendieron ligas y lograron amarres con el morenovallismo.

Supieron pactar y recibieron su recompensa.

Fueron perdonados y posteriormente rescatados.

Sin embargo, en el tema de la operación electoral no les ha ido bien.

Más allá de su rotundo fracaso en la campaña de quien fuera rector de la ex Benemérita y ex Autónoma, Damián Hernández y Chávez Peñaloza tienen, en su corta carrera de estrategas de campaña, otro sonado y monumental descalabro.

Y es que -al fin encantadores de serpientes y vendedores de espejitos- este par logró colarse al grupo de asesores de la campaña de Ángel Trauwitz Echeguren y Cabalán Macari Álvaro a la diputación federal.

Sí, la campaña de los incondicionales, de los auténticos consentidos, la que ni de chiste, ni en la broma más macabra, se podía perder.

Sobra decir que el ridículo fue colosal.

Ni toda la capacidad de operación política y financiera del gobierno del estado alcanzó para hacerlos ganar.

Las pifias operativas y la torpeza discursiva pudieron más.

El caso Trauwitz-Cabalán sigue poniéndose de ejemplo en el búnker de candidatos y precandidatos de lo que NO se debe hacer en una campaña si se pretende ganar una elección.

Penoso.

Sin embargo, estos personajes –auténticos príncipes de las derrotas- hoy juegan un papel importante en temas de altísima prioridad tanto para la secretaria Vázquez del Mercado, como para su consorte.

Es el mundo al revés.

Otra vez.

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